Tudela

Manuel Toharia, Divulgador científico: “El planeta soportará cualquier cosa; nosotros lo pagaremos”

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¿Qué hacemos con la eficiencia de la producción para tener menos residuos? ¿Qué podemos hacer para sacar algún tipo de partido para que no nos hagan daño al tirarlos o tratarlos? Son algunas de las preguntas a las que trató de dar respuesta el divulgador científico Manuel Toharia en la reciente apertura del Curso 2014/2015 en la UNED de Tudela.

Sólo en el año 2013, se produjeron 3 millones de víctimas mortales por contaminación del aire en el interior de viviendas e industrias y otros 2,5 millones más de muertes vinculadas al aire que se respira fuera de las casas. ¿Por qué se ignoran estas cifras en los medios?

La contaminación del aire es cada vez menor en los países desarrollados pero en los países emergentes sufren ahora una pestilencia en el aire propia del desarrollo industrial que Europa y EEUU ya vivieron. Por desgracia, vende mucho más la noticia de que dentro de cien años a lo mejor el mar sube medio metro que la que dice que el aire de Pekín, Shangai, Calcuta o Nairobi mata a mucha gente.

Como consumidores, ¿de dónde debemos partir para lleva a cabo un consumo eficiente de los recursos?

La única solución es la sacudida informativa; es decir, el campanazo que nos despierte un poco a todos y nos ponga frente a nuestras miserias. La educación ambiental no es hablar de la Amazonia o del lince ibérico amenazado, con ser éstos temas importantes, sino de estas cuestiones de consumismo irresponsable y de excesiva producción de residuos de todo tipo.

¿Es ambientalmente sostenible a medio plazo el modelo de desarrollo económico actual?

Nunca fue sostenible, por mucho que se empeñen algunos economistas. Desde luego, nos viene bien a los pocos ricos que somos en el planeta pero incluso a nosotros se nos acabará pronto el chollo. Mucho antes de esos cien años que dicen que va a ver un cambio de clima imposible de aguantar habremos enfrentado problemas muchísimo más graves en cuanto a la disponibilidad de unos recursos naturales que hoy consideramos casi inagotables, pero que no son renovables.

¿Soportaría el planeta el ritmo de vida del primer mundo exportado al resto de países? 

El planeta soportará cualquier cosa; a él le da igual lo que hagamos los humanos porque seguirá dando vueltas sobre sí mismo en 24 horas y alrededor del sol en un año. Somos nosotros, el conjunto de la humanidad, quien no va a poder soportar las consecuencias de nuestra conducta insensata. Lo que tendríamos que exigirnos es que dejemos de despilfarrar, de desperdiciar, de producir ineficientemente y que repartamos mucho mejor lo que tenemos con el Tercer Mundo. Pero eso es contrario al mensaje sacrosanto del capitalismo.