Tudela

Mantener un cabello saludable

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La caída del cabello, denominada alopecia, afecta por igual a hombres y mujeres, siendo la causa principal de este tipo de fenómeno estar expuestos a estrés. El pelo, que normalmente vuelve a crecer, puede a veces aparecer con un cambio de color.

La calvicie es normal en muchos hombres, así como lo es la pérdida leve de cabello, y es frecuente en las mujeres ancianas.

La mayoría de las embarazadas experimentan también un adelgazamiento del cabello dos o tres meses antes de dar a luz y, aunque al cabo de varias semanas éste recupera su grosor normal, conviene saber cómo cuidar el cabello durante esta etapa.

Los cambios físicos que padece la mujer durante los meses de gestación, algunos evidentes como el aumento de peso o de volumen abdominal, y otros que se producen en su interior, como es la producción intensiva de hormonas, naturalmente también afectarán a su cabello.

Este juego hormonal que se produce durante el embarazo afecta al cabello de la mujer de forma positiva, debido a que favorece que éste permanezca durante un mayor periodo de tiempo en la fase de descanso o telógena. En los meses de gestación, se produce un desequilibrio hormonal en el que se incrementa una hormona llamada progesterona, que bloquea los receptores de andrógenos que existen en el bulbo piloso, evitando que el folículo se atrofie y se produzca la caída del cabello.



Tras el parto, el proceso se revierte. Una vez nacido el bebé, desciende el nivel de progesterona, dando paso a la prolactina, otra hormona que ayuda a la producción de leche para el recién nacido. La disminución de éstas y otras hormonas debilitan el folículo piloso y favorecen el desprendimiento de los cabellos.

Alopecias reaccionales

Según los expertos, este tipo de caída de pelo en mujeres se encuadra dentro de las llamadas alopecias reaccionales, que son las que se producen entre dos y cuatro semanas después del acontecimiento desencadenante, en este caso el parto.

Para prevenir los efectos del embarazo en el cabello, es importante seguir una dieta saludable durante todo el periodo de gestación, que incluya todos los nutrientes necesarios, con especial atención al hierro, ya que los especialistas afirman que esto redundará en el bienestar del organismo en general y del cabello en particular.

Tras el parto, es recomendable someter al cabello a un tratamiento correctivo que ayudará a incrementar la densidad capilar, estimulando el crecimiento del cabello y reducir así su caída.

Es necesario consultar con nuestros estilistas para aplicar el tratamiento más adecuado para nuestras necesidades.



Este tipo de tratamiento suele aplicarse en dos fases, por un lado, un regulador que normaliza el metabolismo celular y que aporta brillo e hidratación al cabello, previniendo el daño capilar.



Una segunda fase en la que se aplica el tratamiento para mejorar la irrigación a los folículos pilosos, ayudando a que el pelo crezca más fuerte y resistente.