Tudela

Maneras de quitar el polvo

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José Javier Alfaro Calvo o Pepe Alfaro, como es más conocido, ha querido contar, en Maneras de quitar el polvo, su experiencia como amo de casa en un mes de agosto de hace un par de años. Todas esas obsesiones e ideas que se le pasaban por la cabeza mientras hacía las tareas del hogar, las plasmó en forma de poemas en esta obra que se divide en dos partes: Lírica del hogar y Amor de andar por casa.

“Es una colección de poemas de gran originalidad fundamentada en la vida cotidiana con su evolución sin tregua, en la situación de igualdad familiar y social a la que parece que tiende el siglo XXI”. Con estas palabras define María del Carmen Bobes, catedrática de la Universidad de Oviedo y Presidenta del Jurado del Premio Ateneo Jovellanos la obra Maneras de quitar el polvo, que se alzó con el primer premio de la edición de 2010.

Añade: “bajo una apariencia de cotidianeidad, la lírica pasa de los orígenes de las cosas, hasta la prosa de su finalidad, siguiendo ritmos efectivos, claros, y muy convincentes”.

Eduardo Pérez Ruiz, filólogo y miembro de Traslapuente, escribe en el prólogo de este manual del amo de casa: “Alfaro, con un tono natural, sencillo, agradable y, ojo, muy trabajado, no hace sino elaborar profundas reflexiones acerca de las grandes preocupaciones del ser humano de ayer y de hoy”.

El propio Alfaro define su obra: “son pequeños momentos, experiencias, a veces simplemente lo que se te ocurre mientras estás escuchando la radio o cuando oyes hablar a las vecinas en la carnicería. Todo siempre muy relacionado con el trabajo doméstico”.

No se trata de un libro de poemas enrevesados y filosóficos, que hay que releer y releer para conseguir hallar un significado, Maneras de quitar el polvo es un tratado de fácil lectura sobre las rutinas del trabajo doméstico. “La poesía de lo cotidiano quizá sea la más sencilla de entender”, comenta el autor“, no es una poesía culta aunque haya algún cultismo pero se entiende perfectamente por el contexto. La gente se lee el libro de tirón y lo entiende perfectamente”. Sin embargo, el propio escritor recomienda más de una lectura: “la poesía y el cuento que no soporta más que una lectura es que no es bueno. Lo mejor es que cuando más veces los lees más te van gustando, porque vas descubriendo nuevos matices".

La obra reúne un variado elenco de formas poéticas, lo que le aporta un ritmo ágil y dinámico y una gran dosis de originalidad. Pepe explica “he cambiado a veces la forma estrófica y de verso libre, hago pequeños haikus, soleás y también coplas con el fin de hacer un homenaje a este tipo de versificación sencilla”, asegura.

Aunque muchos se sientan extrañados ante un libro sobre un amo de casa y se pregunten si tiene cierta connotación machista el autor lo niega rotundamente: “más bien es una obra feminista”. Este manual invita a compartir estas rutinas y trabajos en el hogar en esta sociedad en la que buscamos llegar a una igualdad real entre sexos.

Sigue llamando la atención que en estos tiempos en los que internet y la televisión copan tanto protagonismo, se sigan escribiendo libros de poemas. Alfaro asegura que “no se puede hacer una poesía del pasado porque es una poesía que no llega. El problema es que es difícil hacer que la poesía actual, la del presente, llegue a la gente porque la gente no compra libros de poesías”. Así que para no cumplir las estadísticas, introducirse en este mundo poético o simplemente pasar un rato agradable, no dejen de leer Maneras de quitar el polvo.

La reflexión que propugna este libro es muy apropiada para estas fechas.