El ambiente festivo regresó a Fustiñana y Arguedas de la mano de la Virgen de la Peña en la primera de las localidades y de los jóvenes en el caso arguedano, ya que ellos fueron los encargados de organizar las primeras fiestas de Invierno del municipio.
Aunque el edil Eduardo Arrondo no lanzó el cohete que marcaba el inicio de las fiestas hasta el sábado, la noche del viernes fue para los jóvenes fustiñaneros, que disfrutaron de una cena en el frontón. Y, cumpliendo la tradición, el encendido de la hoguera y el posterior lanzamiento de nueces, del que este año se ha encargado la familia Arrondo-Gracia, quien repartió 800 kilos de nueces y 1.100 litros de vino, volvieron a ser los actos más participativos junto a la procesión en honor a la Virgen. Tampoco faltaron los ranchos ni una jornada dedicada a los niños.
En Arguedas las fiestas dieron comienzo el viernes con una fiesta temática y se prolongaron hasta el sábado, con un taller de quesos y cuajadas en el que participaron 60 personas, juegos infantiles, actuaciones musicales, una ronda por los bares y una cena popular.
