Las inmediaciones de la ermita de Santa Quiteria volvieron a llenarse de los cientos de tudelanos que no quisieron faltar a su cita con esta romería del 22 de mayo. Una tradición que data de del sigo XVII y cuya celebración este año se ha retrasado dos días para hacerla coincidir con jornada laboral para que así contara con mayor participación.
Así, la fiesta dio comienzo el pasado lunes a partir de las seis de la tarde, con la celebración de una eucaristía en la ermita. A su término, se pusieron a la venta los bollos rellenos de chorizo típicos de esta fiesta y que, previamente, habían sido bendecidos. En total, fueron más de mil unidades las que se repartieron entre los asistentes. De ello se encargó la hermandad de Santa Quiteria, una entidad que este año estrena presidente, Enrique Martínez de Yuso.
