Tudela

Los rincones más populares

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De principio a fin

En muchas ocasiones no se les presta la atención que se les debe, sin embargo, los tudelanos saben que están ahí y, aunque no se aprecie su presencia durante las fiestas, es innegable que los escenarios en los que se dan cita los ciudadanos para celebrar los diferentes actos que componen el programa son también los grandes protagonistas de las fiestas de Santa Ana.

Haciendo memoria sobre los principales lugares en los que se “cuece” la fiesta tudelana, el primero que viene a la cabeza y, sin duda, el más importante y emblemático de todos ellos es la plaza de los Fueros o plaza Nueva. Este centro neurálgico de Tudela es uno de los lugares en los que más actividades se concentran a lo largo de los siete días de celebraciones en honor a la patrona, Santa Ana.

La plaza de los Fueros de Tudela es la única zona de la ciudad que puede presumir de vivir las fiestas desde el principio hasta el final y, siempre, ofreciendo su mejor cara a los cientos de ciudadanos que cada día se concentran en ella para disfrutar de uno u otro acto. No en vano, este es el lugar elegido para inaugurar el programa festivo con el lanzamiento del chupinazo desde el balcón de la Casa del Reloj a las doce del mediodía del 24 de julio. Una impresionante explosión de alegría que tiñe de rojo y blanco las calles de la ciudad, durante siete días, y que contrasta con la emotiva despedida que, también desde este mismo escenario, brindan todos los tudelanos a sus fiestas patronales entonando el “Pobre de mí” el 30 de julio a la una de la madrugada.

Pero además de ser protagonista del primer y último acto festivos, la plaza Nueva también es testigo de otro tipo de eventos relacionados con la música y el baile. Sobre su céntrico quiosco, la Banda de Música de la ciudad se encarga de interpretar la melodía de uno de los actos más genuinamente tudelanos de las fiestas, la Revoltosa. Una tradición que cada año deja una de las fotografías más populares y emblemáticas de las postales tudelanas, una nebulosa humana danzando alrededor del quiosco.

También son los integrantes de la Banda de Tudela los encargados de ponerle música al vermut concierto del que los ciudadanos pueden disfrutar en este mismo lugar y, tan sólo deben esperar a que caiga la noche para bailar, o bien escuchar tranquilamente desde la terraza, las canciones de hoy y de siempre que interpretan las orquestas en la verbena.

La plaza de los Fueros es también el punto de encuentro elegido por las peñas y las cuadrillas tudelanas para subir por la tarde al son de las charangas y los gaiteros, pancarta en mano, hacia la plaza de toros los días que hay faena, y los que no, también. Y aquí concluye el mismo desfile a la inversa, la bajada de las peñas desde la “chata” de Griseras, teñido siempre del granate del vino derramado en el sol.

Como testigo de excepción, esta plaza se convierte también en el escenario en el que se dan cita otros grandes protagonistas de las fiestas de Santa Ana, los gigantes de Tudela. Unos personajes que, cada año, desde hace más de tres décadas, sorprenden a pequeños y mayores, interpretando, al ritmo que marcan los gaiteros, una auténtica danza de titanes en la Concentración de Gigantes.

La que antaño fuera una plaza de toros, no ha olvidado todavía su pasado taurino. Aún quedan pequeños vestigios en las fachadas de sus viviendas que, en forma de azulejos, recuerdan a todos los visitantes que en un tiempo, allí se celebraban las corridas de toros. Sin embargo, hoy en día, tan sólo hay un astado al que se le da vía libre para correr a sus anchas en la plaza de los Fueros. Se trata del popular toro de fuego, uno de los espectáculos de los que más disfrutan los pequeños de la casa y también los mayores que les acompañan.

Y hablando de actos populares, tampoco se puede olvidar al tudelano más “popular” de las fiestas, el que cada año, nombra la peña ciudad deportiva el día 25 de julio en un homenaje que se celebrará, igualmente, en este céntrico escenario.

La Chata de Griseras

Otra peña, en este caso la Beterri, decidió hace ya 25 años, organizar en este mismo lugar, uno de los actos más emblemáticos para sus miembros, el deporte rural. Un evento en el que aizkolaris, tronzalaris o harrijasotzailes como Iñaki Perurena y su hijo Inaxio, demuestran su fuerza sobrehumana levantando piedras o cortando troncos, ante la atenta mirada de cientos de personas que son conscientes de que nunca podrán repetir ese tipo de hazañas.

Los paseos de Tudela y el Casco Antiguo

Sin embargo, la de los Fueros no es la única plaza que cobra protagonismo durante las fiestas, el coso de Griseras también merece una mención como lugar destacado durante estos días. Es allí donde se reúnen las grandes figuras del toreo para hacer disfrutar, en algunos casos, y enfadar, en otros, a los aficionados taurinos de Tudela y la Ribera. También saltan a su arena los finalistas del Bolsín Taurino, que desde hace tres años se celebra en la ciudad. Jóvenes promesas de toreo que aspiran a convertirse en el futuro en grandes diestros, para regresar a “la Chata” como cabezas del cartel de la feria de Santa Ana.

La plaza de toros se convierte también durante los siete días de fiestas en la meta de una de las carreras más conocidas y peligrosas del mundo, los encierros. Un evento que atrae a muchos curiosos y en el que tan sólo participan unos pocos valientes que, al correr delante de los astados, tan sólo tienen una cosa en la cabeza, pisar la arena de la plaza sanos y salvos. Algo que la mayoría, afortunadamente, consigue.