Aunque no siempre se lidian reses bravas, el ganado que vemos en los otros espectáculos de la feria no deja de ser peligroso y salir al ruedo a enfrentarse a estos animales siempre es un riesgo.
Tal es el caso de las novilladas -con picadores- que son espectáculos taurinos en los que se matan reses cuya edad oscila entre los tres y cuatro años, variando además los pesos del animal según la categoría de la plaza. La tercera salvedad es que quienes lidian este ganado no han debido tomar la alternativa.
En el caso de que sean sin picadores, los animales son de menor edad y, en general, los toreros, de escuelas taurinas o aprendices de este mundo. Además se admite que las reses estén manipuladas, es decir, que se haya limado su cornamenta.
Las vaquillas
Cuando hablamos de becerradas estamos haciendo alusión a espectáculos taurinos en los que se lidian machos de raza bovina que no han alcanzado la edad de un año. La reglamentación permite que en ellas intervengan, indistintamente, profesionales del toreo y aficionados en el arte de cuchares. Si las astas del animal implican riesgo, éstas podrán ser manipuladas o emboladas.
Mención aparte merece el torero cómico en el que se efectúa una parodia o pantomima. Se trata éste de un espectáculo en el que no se mata al animal.
En lo referente a las vaquillas que cada mañana se corren en la plaza, cuentan con una reglamentación muy rigurosa para evitar los desmanes de antaño.
Este año, para cada jornada, se ha contado con una ganadería diferente de la zona. La de Alcega-Arriazu, de Cortes, debuta en Tudela estas fiestas. Su propietario nos habló del tipo de vacas que van a traer. “En el mes de mayo nos comunicaron que contaban con nosotros para fiestas, se eligieron las vacas y se dejarán en la finca hasta el día en que se retiren”.
Varios meses de trabajo para que todo esté a punto
Para esas jornada traeran a Tudela ocho vacas veteranas, todas ellas emboladas, tal como marca el reglamento. Son animales que tienen unos cuatro años y todos ellos ya han sido corridos, aunque este año va a ser la primera plaza que pisen.
Estas ganaderías son también las encargadas de traer, cada jornada, a los 6 cabestros y 6 toros que se sacarán en cada uno de los encierros. En este caso se trata de ganado bravo, mucho más peligroso y cuyos cuernos, en punta, están sin afeitar.
