Los ribaforaderos más pequeños pusieron su granito de arena en la cabalgata de este año. Y es que, además de participar subidos en las carrozas y repartiendo caramelos, varios de estos singulares medios de locomoción llevaron su sello artístico.
La Apyma del colegio público San Bartolomé estuvo detrás de esta iniciativa en la que días antes del desfile dieron cita a los niños de la localidad en un taller de adornos para las carrozas de los Reyes Magos. Alrededor de un centenar de escolares se reunieron el polideportivo durante dos jornadas para preparar los diferentes objetos que sirvieron para la posterior decoración.
Los participantes contaron con un estuche completo con pinturas, tijeras y pegamento y recibieron una pequeña merienda a base de zumos y pastas. Además, pudieron enviar las cartas con sus peticiones a sus majestadores Melchor, Gaspar y Baltasar en el buzón que se preparó para la ocasión.
