Los riesgos para la salud que suponen los productos milagro son de tres tipos. En primer término porque inducen a los pacientes a abandonar los tratamientos de sus médicos porque la publicidad de los productos les prometen mejores resultados, que luego no se producen. En segundo lugar, porque hay personas que abandonan hábitos de vida saludables en la creencia de que no son necesarios si se toman productos milagro. Y, por último, porque algunos de estos productos son directamente dañinos por las sustancias que contienen.
El Departamento de Salud del Gobierno de Navarra lleva a cabo una constante labor de vigilancia que tiene dos vertientes: el seguimiento de la publicidad con que estos productos se introducen en el mercado y la actividad inspectora sobre los establecimientos que los comercializan. En esta vigilancia tiene un papel significativo las denuncias de los profesionales sanitarios y de sus colegios y asociaciones cuando tienen constancia o sospechan de la comercialización de algún producto irregular.
En este sentido, el Departamento de Salud ofrece algunas pautas para la detección de estos productos: cuando en la etiqueta no figure la composición ni el nombre del fabricante o la etiqueta no esté en castellano; cuando se comercializan por correo, a domicilio o por Internet; cuando se anuncian para una amplia gama de enfermedades o aseguran la curación de cualquier enfermedad; cuando atribuyen un carácter superfluo a la visita médica o a los medicamentos recetados por profesionales, y cuando se presentan como productos alimenticios o cosméticos a los que se atribuyen propiedades terapéuticas.
El Departamento de Salud retira cada año del mercado un número variable de productos que no obstante ha disminuido en los últimos años, debido en parte a la vigilancia mantenida por el Departamento y por los propios farmacéuticos. Así, en 2000, se retiraron del mercado 143 productos de este tipo y en 2006 fueron 21.
