El ruido se ha convertido en algo tan habitual que olvidamos los importantes problemas de audición que puede causar. Hoy en día niños y jóvenes están expuestos a niveles de ruido que muchas veces sobrepasan los límites saludables. Ajenos a las complicaciones que pueden aparecer, escuchan música a volúmenes muy elevados durante un espacio de tiempo prolongado, exponiéndose a posibles pérididas auditivas.
Al ritmo que marcan sus grupos favoritos, los más jóvenes están desarrollando problemas de audición que antes eran típicos de los adultos. Pero, a día de hoy, los resultados ya no son sólo las discotecas y los conciertos; en la era de las tecnologías digitales, los MP3 y los iPods reivindican su protagonismo y ya hay algunos especialistas que empiezan a hablar de la “sordera del iPod”. Y es que con estos dispositivos se puede subir el volumen hasta los 100dB, el equivalente al ruido de un avión al despegar, sin que el sonido se distorsiones.
Es importante que los jóvenes sean conscientes de que si escuchan música a más del 60% del volumen máximo y durante más de 60 minutos seguidos se arriesgan a quedarse sordos precozmente. Si hacen caso omiso de las recomendaciones puede incluso que con 50 años tengan problemas de audición propios de una persona de 70.
En nuestro país cerca de tres millones de personas tienen algún problema auditivo, lo que representa el 8% de la población. La pérdida de audición es ya la tercera afección más importante tras la artrosis y la hipertensión. Aunque afecta a gente de todas las edades, quien más la sufre son las personas mayores que muchas veces se ven abocadas a este problema por no haber acudido a tiempo al especialista.
