La reivindicación y disconformidad de los vecinos tras la decisión del Ayuntamiento de no declarar festivo el 24 de enero, festividad de la Virgen de la Paz, han marcado la celebración de las fiestas de invierno con las que Cintruénigo homenajea a la Virgen, en cuyo honor se celebran las fiestas patronales de septiembre.
A pesar del calendario, fueron muchos los cirboneros que guardaron fiesta ese día, una jornada que dio comienzo con la música de los auroros de la localidad y la bendición de las tradicionales trenzas de caramelo, que fueron repartidos entre los asistentes a la primera de las ceremonias religiosas del día. Y es que, a las 12 del mediodía y con una gran asistencia de público, se celebró la misa mayor.
A pesar del ambiente que se respiró en la localidad durante la jornada, fue la noche anterior a la festividad cuando cientos de vecinos visitaron la hoguera que se enciende en honor a la patrona. La buena temperatura y la música de la Banda Municipal animaron a numerosas cuadrillas a asar algo de carne en las brasas prolongando la fiesta.
Durante el fin de semana, las calles de Cintruénigo también se llenaron de ambiente con la celebración de un festival de jotas y una cena popular para jóvenes, entre otros actos.
