Las próximas fiestas de Cintruénigo van a contar con un sello, aunque pequeño, muy personal: el de los alumnos de la Escuela Taller de la localidad, cuya segunda edición dio inicio el pasado mes de mayo y se prolongará durante dos años. Los alumnos, que se forman en las especialidades de albañilería y electricidad, son los autores de la confección de 30 cuadros de alimentación eléctricos que se van a distribuir por las principales calles de la villa, a 30 metros de altura, para diferentes servicios múltiples, y que en esta ocasión van a emplearse para el alumbrado ornamental de las fiestas.
Se trata de un trabajo enmarcado en electricidad, especialidad ésta que para la escuela representa “todo un reto”, según señaló la directora de la escuela taller, Celia Lapeña, en la inauguración oficial de la misma, “ya que en la primera edición sólo se dieron clases basadas en la construcción”.
El citado trabajo es la primera práctica real que abordan estos alumnos, paralela a la fase de formación teórica y como preludio de la segunda fase: la contratación de aprendizaje o formación práctica, que se desarrollará a partir del próximo 21 de noviembre en la casa Ligués. “En concreto, va a consistir en terminar el acondicionamiento de la bodega, de la planta baja y primera planta, y en el alumbrado de las tres plantas. De esta forma, quedará sólo por hacer el alumbrado de la buhardilla y el acondicionamiento de este espacio y de la segunda planta, pero antes tiene que entrar una empresa para realizar obras de mayor envergadura”, indica Celia Lapeña.
En la escuela taller comenzaron un total de 20 alumnos, con edades entre 16 y 25 años, residentes en Cintruénigo, Tudela, Fitero, y Corella. Hoy prosiguen en las clases la totalidad (10) de los alumnos de electricidad, y 7 en la especialidad de albañilería, “ya que ha habido bastante rotación”. En este momento quedan vacantes en esta disciplina tres plazas, pero según Lapeña “es muy mal momento para cubrirlas, ya que en el mercado hay disponibilidad de trabajo, sin un tipo de contrato equis, luego están la piscina y las fiestas, y es más difícil llegar a este tipo de chavales”.
La escuela está abierta a la incorporación de alumnos en la citada especialidad, ya que “como estamos en contrato de aprendizaje, la metodología que utilizamos es por unidades didácticas, y cuando se incorpora alguien, empieza por la unidad uno”, indica la directora. Los alumnos entraron a la escuela en mayo de 2007, reciben seis meses de formación teórica, y tienen tres contratos de aprendizaje de seis meses.
Los chavales que acuden a la escuela suelen tener entre 16 y 17 años la gran mayoría, y los que van con más edad están menos tiempo, ocho meses o un año, y después ya salen al mercado laboral, pues su situación personal o familiar les exige percibir ya unos ingresos”, indica Celia Lapeña.
Los alumnos salen con 18 años al mercado laboral, y bien formados, “y la empresa ya no es reacia a cogerlos”, según la directora.
La Escuela Taller de Electricidad y Construcción de Cintruénigo está impulsada por el Gobierno de Navarra, a través del Servicio Navarro de Empleo, y el Fondo Social Europeo. Promovida por el Ayuntamiento de Cintruénigo, en ella colabora la Unidad de Promoción y Desarrollo de la Cámara Navarra. Su presupuesto es de 511.182,71 euros, de los cuales 480.303,52 (94%) los aporta el Gobierno de Navarra, a través del Servicio Navarro de Empleo.
El equipo directivo y docente está integrado por: Celia Lapeña (directora), Milva Sesma (administrativa), Jesús Martínez (monitor de electricidad) y Francisco Virto (monitor de albañilería).
Los alumnos que siguen sus clases en la escuela son: Dany Alexander Loaiza Martínez, Darío Javier Arias Correa, John Felipe Agudelo Cardona, Aitor Navarro Casado, Davidad Aranda Baños, Freddy Enrique Arévalo Macas, Jhony Alexander Carmona Morales, Javier Fernández Mellado, Jesús Mª Hernández Bermejo, Younes Hafidi, Mario Trincado García, Miguel Ángel Jiménez Muñoz, Imanol Navascués Muro, Mohamed Ahfidi, Johnatan Domínguez reyes, Miguel Zambrano Vera y Álvaro Calavia Puente
