Pese al giro otoñal que dio la climatología, los alfareños se echaron a las calles este fin de semana para disfrutar de la tarde del viernes a la del domingo de las fiestas por la Virgen del Burgo, patrona de la localidad riojabajeña.
Y como es habitual, los barrios vecinos de la iglesia parroquial de la patrona fueron el escenario para los actos de estas celebraciones, las terceras y últimas del año en Alfaro. Así, en la tarde noche del viernes, hinchables infantiles en la Puerta Tudela, degustación de migas en la plaza El Trinquete y disco móvil en la fría noche fueron los primeros actos.
Tras dejar la mañana del sábado para los compromisos laborales, y sortear una fuerte tormenta, la suelta de reses bravas entre las calles Tejerías y Cuatro Esquinas pasando por Tudela y Transmuro reunió a cientos de personas, que después llenaron las terrazas, imprimiendo el ambiente festivo que continuó con degustación de choricillo y panceta y concierto rock por el aniversario de la peña Pararrayos para llegar a la noche con el espectáculo flamenco del grupo de Paco Chamizo.
El domingo despertó con la Aurora entonando himnos por las calles en honor a la patrona, que vivió su día grande. La segunda suelta de reses bravas en el mediodía volvió a reunir a cientos de personas, al igual que el posterior vermú en las calles. Y en la tarde llegó el colofón a estas celebraciones, con la multitudinaria procesión y eucaristía en la Colegiata de San Miguel por la Virgen del Burgo. A su conclusión, todos los alfareños sabían que se tienen que ir adaptando al regreso a la normalidad.
