Los alfareños han disfrutado sus terceras y últimas fiestas del año, las dedicadas a su patrona, la Virgen del Burgo. Con un sentir más íntimo que las patronales de agosto, el programa de actos se trasladó a los barrios de La Puebla, los próximos al templo de la patrona.
La Virgen del Burgo fue la protagonista de las dos primeras jornadas, con el estreno el miércoles de la jota compuesta en su honor por Luis María Monge, director de la Banda de Ezcaray, con letra de Vicente Robrero, vicario general de la Diócesis, e interpretada por la Agrupación Musical Alfareña y el Orfeón del Casino; y el jueves con la eucaristía en la Lonja de San Miguel celebrando el 60 aniversario de su coronación canónica, oficiada por el obispo Carlos Escribano.
Como ambiente festivo, los alfareños y visitantes han disfrutado de tres sueltas de reses bravas por el enrevesado recorrido de la calle Tudela y Trasmuro, el circuito de juegos para adolescentes ‘Vaya nochecita’ el viernes, la comida popular del barrio del Burgo con más de 200 vecinos el sábado, degustaciones, actuaciones de magia para niños o conciertos nocturnos de Markatu Eskina de Alfaro, Rapsodia de Tarazona y Timbakada de Tudela.
Con una temperatura veraniega todos los días, las fiestas llegaron a su conclusión en la tarde del domingo con el tercer encierro, degustación de panceta y el singular concurso de lanzamiento de boina… llevando a los alfareños a mentalizarse del regreso a la normalidad escolar o laboral tras un intenso verano.
