El próximo 27 de julio, Lidia Morales recibirá el mejor homenaje de su vida. En plenas fiestas de Santa Ana será proclamada por la Peña Moskera como la Abuela de Tudela del año 2006. Su nombramiento promete nervios y emoción pero Lidia Morales no estará sola. Toda su familia, formada por su marido, Carmelo Martínez; sus hijos, Camino y Ángel, más sus respectivos cónyuges; sus 4 nietos y su biznieta Claudia estarán con ella.
A pesar de haber nacido hace 83 años en Monteagudo, localidad presente siempre en su recuerdo, al igual que su patrona la Virgen del Camino, Lidia Morales lleva más de 45 años en Tudela, donde ha echado raíces y de la que se considera. De ahí su tremenda devoción por Santa Ana con la que, según dice, mantiene un idilio recíproco. “Para mi Santa Ana es lo más grande. Le tengo una gran devoción, pero ella a mi también. Sé que me quiere porque siempre me protege”, dice Lidia Morales, quien añade que el nombramiento le cogió totalmente por sorpresa porque no se lo esperaba. Pero una vez asumida su elección, se encuentra encantada. “Justo San Martín me llamó por teléfono para comunicármelo y, aunque al principio dije que no, él y todos me convencieron”, explica la tudelana.
Entre los motivos que ella cree que han podido motivar su elección se encuentra su estrecha vinculación al mundo de la música y de la jota, que supo transmitir a sus descendientes. Especialmente a su hija Camino Martínez, directora de la Escuela de Tudela y ex-jotera profesional, quien en más de una ocasión ha reconocido con orgullo que “la jota la aprendí de mi madre”.
