Tudela

Laura Sandúa se estrena

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Quiero comenzar mis palabras con la alegría y el honor que supone para mí que sea el Galardón en Reconocimiento a toda una Trayectoria Empresarial, precisamente, mi primer acto en calidad de presidenta de AER, recién confirmada hace escasas dos horas en la Asamblea Extraordinaria electoral. Estoy contenta de estar arropada esta noche por extraordinarias personas.



Afronto este reto con enorme responsabilidad, consciente del alto listón que me dejó Ildefonso Ibero. Gracias a su iniciativa y a la de todos los empresarios que le han acompañado en las Juntas estos años, un grupo de empresarios con gran visión de futuro han convertido a la AER en una entidad de gran fuerza motora de la vitalidad económica y empresarial de la Ribera y de Navarra en su conjunto.



Lo que entonces fue un proyecto cargado de ilusión, es hoy una realidad sólida y operativa, de importantes servicios al empresariado de la Ribera y de referencia en las Administraciones navarras. Permitidme que os felicite de corazón, a Ildefonso y a todos los empresarios que le han acompañado. Podéis sentiros orgullosos de la labor realizada. Gracias.



Como en este último año que llevo al frente de AER, espero seguir atendiendo con eficacia las demandas e intereses de nuestras empresas asociadas; afrontar el periodo de grave crisis económica y financiera que vivimos, aportando lo mejor de mis esfuerzos y la necesaria altura de miras, para ayudar a superar las actuales dificultades.



Pero no estoy sola en este compromiso. No son sin duda tiempos fáciles. Tampoco para las empresas. De ahí que todavía resulte más valioso y admirable que haya personas que, como las 9 que me acompañan en la nueva Junta, estén dispuestas a restar un poco de dedicación a su propio proyecto empresarial para trabajar desinteresadamente por el conjunto, esforzándose por ayudar, buscar alternativas y ofrecer las soluciones que cada ocasión y circunstancia demandan. Amigos de la Junta, muchas gracias.



Las noticias económicas parecen empeñadas en ofrecernos cada día nuevos motivos de sobresalto; Las consecuencias derivadas de las múltiples crisis que padecemos, de los problemas relativos al déficit, a la deuda soberana, al sector financiero… los ajustes y recortes, la cuestión griega, los posicionamientos respecto a nuestro país de la UE, de las agencias de calificación… copan los informativos, los periódicos, los digitales.



Pero, más allá de la macroeconomía y de la sensación general de creciente incertidumbre, confusión y hasta de desánimo que ésta situación hoy nos produce, existe, sin embargo, otro mundo menos publicitado, el de la economía real, cuyo esfuerzo, informativamente menos apreciable y valorado, es, sin embargo, el que en mayor medida está sacando adelante este país.



Ciertamente, son las empresas y quienes las conforman las que, pese a las dificultades, posibilitan hoy con su actividad, con el empleo, con sus impuestos e inversiones que las cosas sigan funcionando.



Afrontando muchas de ellas situaciones críticas, con graves problemas de demanda, de financiación, de competencia, obligadas a ajustar hasta el límite sus costes y estructuras, a reorganizarse y reinventarse, y asumiendo de forma simultánea exigentes retos de internacionalización, innovación, tamaño, avance tecnológico y posicionamiento en los mercados, las empresas siguen siendo el motor y la base que sustenta el edificio de nuestra economía.



Constituyen, al mismo tiempo, un ejemplo de cómo la voluntad, el afán de superación, el sacrificio y el trabajo en equipo de todos sus integrantes es capaz de construir un frente más sólido y resistente contra la adversidad.



Como Presidenta de AER tengo la oportunidad de ver cada día en primera persona todo ese esfuerzo, esas dificultades, esa férrea determinación de nuestras empresas para seguir llevando a cabo los cambios necesarios, para afrontar los retos, para consolidar lo logrado y para trabajar con ahínco por el futuro de todos. De ahí también mi necesidad de reconocerlo, de aplaudirlo y de transmitir ánimo a todas las grandes, medianas, pequeñas y microempresas riberas a las que esta crisis y los problemas de la macroeconomía están haciendo sufrir tanto.



Ya sea por necesidad o por virtud las empresas riberas y navarras están haciendo todo lo que pueden y más para salir de esta difícil situación que hoy nos toca vivir.



Tienen la crisis muy presente, pero ello no les paraliza, ni les desanima. Siguen trabajando, mantienen la maquinaria engrasada, y no renuncian a buscar las oportunidades allí donde se encuentren, siendo también importante que en este empeño encuentren el máximo apoyo institucional, político y social.



Por eso, no puedo dejar de aprovechar la oportunidad que supone este acto en el que están representadas todas nuestras administraciones. Necesitamos el compromiso y la actuación eficiente y eficaz de nuestras administraciones. Necesitamos que nuestros Representantes, nuestros gobernantes también tengan esa voluntad, ese afán de superación, ese sacrificio, y esa visión de futuro. Los recursos son escasos, claro que sí; pero es en estos momentos donde tenemos que ver la grandeza de nuestros gobernantes.



En ausencia de nuestra Presidenta, Sra. Consejera, todos estamos en esto, y todos tenemos que dejarnos la camisa. Reconocemos el trabajo que se está haciendo, a pesar de que a veces podamos tener la impresión de que las cosas no se mueven. Ustedes lo viene diciendo los últimos días; no basta con recortes, hay que hacer reformas estructurales, de calado en los presupuestos. El nuevo escenario político que arrastramos desde el pasado viernes complica todavía más las cosas. Nuestros políticos tienen que entender que pasando lo que estamos pasando, encima, tengamos que sufrir la inestabilidad de un gobierno en minoría.



Los navarros, que estamos dando todo y más no nos merecemos esta situación.



Desde aquí apelamos al sentido de responsabilidad de nuestros representantes, a que se antepongan los intereses de Navarra a posibles oportunismos políticos. Necesitamos una administración más ágil y eficiente, que en estos momentos de grandes esfuerzos y sacrificios de toda la sociedad, sea capaz de revisar con responsabilidad y rigor su funcionamiento y gestionar los recursos, cada vez más escasos, con criterios de eficiencia y eficacia.



Y necesitamos que la “Ley de Simplificación administrativa” que mejora las condiciones de relación de los ciudadanos con la administración y especialmente de las empresas, se implante lo antes posible,un calendario de devolución de impuestos claro, pago de ayudas a la innovación y a la inversión lo antes posible, una vez realizada la inversión por la empresa, la eliminación del tope de beneficios para la deducción por inversión, que el nuevo plan de innovación y de internacionalización siga manteniendo, renueve y mejore los apoyos a las empresas…



Lo importante y lo que tenemos que tener claro todos, son las grandes oportunidades que tiene Navarra gracias al potencial de desarrollo de La Ribera. Pocas regiones en España tienen esta oportunidad. Qué Navarra esté contemplada dentro del corredor ferroviario transeuropeo básico con ancho de vía europeo; que Tudela esté en los mapas de desarrollos logísticos de España y de Europa…



¡Qué más quisieran otras zonas! Por eso hay que tener visión, echar mano de instrumentos como el Plan Moderna y marcar estrategias, eso sí, adaptadas a las circunstancias. Trabajo, tesón, buena planificación, para que proyectos como el Canal de navarra, el trazado del TAV de Navarra con sus paradas y conexiones, la promoción de la CAT, la promoción industrial de la Ribera y de Navarra, la necesaria revisión de las nuevas titulaciones de FP y que la Upna, deje de ser un aulario más, y se convierta en el foco de formación de los mejores profesionales del futuro.



Nuestra presidenta, la última vez que nos visitó, nos pidió que nos preguntáramos qué podemos hacer por Navarra; creo que he dejado claro lo que las empresas hacemos por Navarra.



Con esta visión estratégica de por dónde está nuestro futuro, ustedes puede hacer mucho por las empresas, por el desarrollo socio-económico de Navarra. Por favor, permítame la expresión, mimen estos proyectos, que en ellos está el sostenimiento de nuestro bienestar porque generan inversión, trabajo, riqueza.



Señoras y señores, mirar hacia adelante con arrojo y esfuerzo es cosa de todos, de la sociedad civil, de los empresarios, de las administraciones.



De ese apoyo de todos y de que las propias empresas se ayuden entre sí, de que las grandes tiren de las pequeñas, de que los grupos tractores acompañen, estimulen y favorezcan el esfuerzo de las pymes para salir al exterior, para avanzar en conocimiento, en tecnología, en innovación y en competitividad va a depender también que contemos con más recursos para ganar la batalla a este desafío y los que vengan.



Impulsando nuestras fortalezas, minimizando nuestras debilidades y ayudándonos entre nosotros será mucho más fácil seguir sacando el impulso necesario para resistir, mientras llegan tiempos mejores.



Por todas estas razones toma un extraordinario sentido el acto que nos reúne hoy, el reconocimiento a la trayectoria empresarial de tres grandes, grandes, personas. Conociéndoles a ellos queremos simbolizar nuestro empeño en que los empresarios encuentren el merecido reconocimiento social y el máximo apoyo institucional.



Mi más sincera enhorabuena a los tres empresarios que han sido nominados en esta edición.



Tres excepcionales biografías que merecen nuestro aplauso y reconocimiento por su contribución a la creación de empleo y de riqueza de nuestra querida Ribera y porque los tres son claros ejemplos del trabajo bien hecho.