Tudela

Las voces del futuro

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El mundo de la jota goza actualmente en Tudela de muy buena salud, de ello se encarga la Escuela de Jotas Raimundo Lanas de la ciudad, que continúa formando cada año a las que serán, en el futuro, las mejores voces de esta tierra.

El curso

Sin embargo, aunque como sucede en todos los ámbitos es más efectivo comenzar el aprendizaje desde niño, lo cierto es que no siempre resulta fácil enseñar a cantar jotas a los más pequeños de la casa. Así, al menos, lo cree la directora de la escuela, Camino Martínez, quien asegura que, “lo principal es educarles el oído porque sin él, por mucha voz que se tenga es imposible cantar jota. Otro problema que tenemos es que hay algunos chiquiticos que se nota que vienen como obligados y la jota si no la sientes y no te gusta tampoco se puede cantar bien, aunque la verdad es que también tenemos algunos que se ve que la han vivido desde siempre en su casa y a estos no les cuesta apenas aprenderla”.

Faltan niños

Los pequeños dan clases en la Escuela Raimundo Lanas desde octubre hasta finales del mes de junio, dos veces por semana, los lunes y los viernes, y lo hacen en dos horarios diferentes. De 7.00 a 8.00 de la tarde los del grupo de iniciación y de 8.00 a 9.00 los de plantilla. Esta diferencia no tiene que ver con las edades de los alumnos, sino con su nivel de aprendizaje. “Salvo algunas excepciones todos comienzan en iniciación y cuando ves que van avanzando y tienen buena base se les pasa a plantilla. No hay un tiempo estipulado para pasar de un grupo a otro, pero la media suele ser unos 3 ó 4 años, aunque también hay algunos que consiguen pasar mucho antes”, asegura Camino Martínez.

Actualmente, la escuela cuenta con cerca de 60 alumnos entre los de iniciación y los de plantilla, todos ellos hasta los 13 años ya que, a partir de esa edad, pasan a formar parte de los joteros juveniles.

Sin embargo, aunque su directora se muestra muy satisfecha con la marcha de las clases, en las que, por el momento, no faltan alumnos ningún año, lo cierto es que sí se lamenta de la escasez de niños ya que, como ella misma reconoce, “siempre tenemos problemas de voces masculinas. No se por qué no se animan más los niños a entrar en la escuela. Con las niñas nunca tenemos problemas porque están más dispuestas y, cada año, se apuntan nuevas, en cambio con los chicos es más complicado porque prefieren hacer otras actividades”.