Tudela

Las incógnitas del TAV en Tudela

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Estudio del Ayuntamiento

Aunque hacía años que se había comenzado a hablar del Corredor Navarro de Alta Velocidad, no fue hasta 1994 cuando se introdujo por primera vez, dentro de la programación de mejora de la red ferroviaria nacional, un primer esquema de la futura red de alta velocidad española y de su conexión a la red europea. Fue en el Consejo de Ministros del 4 de marzo cuando quedó definido que “la espina dorsal vertebradora de la alta velocidad Sevilla-Madrid-Barcelona-Frontera Francesa se complementaría con un nuevo enlace por el País Vasco, mediante la construcción de la Y vasca y su conexión con la dorsal a través del Corredor Navarro”.



Desde entonces, han sido varios los estudios que han tratado de esbozar el mejor de los recorridos y muchas las voces que lo dibujaban no sólo atravesando la Ribera, sino también con parada en Tudela. Ahora, quince años después, nuestra ciudad se encuentra a un paso de contar con una estación del Tren de Alta Velocidad, pero sigue siendo una incógnita dónde se establecerá. No obstante, aunque todavía no hay ningún acuerdo por escrito que lo confirme, según aseguran desde el departamento de Obras Públicas del Gobierno de Navarra “sí que va existir una parada en Tudela. Ha habido declaraciones públicas a nivel de ministro y secretario de Estado y así se ha contemplado en el estudio informativo que se realizó en su día”.



Y es que, en los últimos años han sido varios los estudios que han tratado de definir el mejor de los recorridos para este servicio a su paso por Navarra. Y en lo que respecta a la parada en Tudela, dos son las alternativas que han cobrado fuerza en los últimos tiempos: ubicarla en el centro de la ciudad o desplazarla hacia alguno de los nuevos polígonos industriales que se han construido en las afueras. Después de muchos años de estudios, finalmente será uno encargado por el Ministerio de Fomento el que decida el paso y parada de la alta velocidad en Tudela. Con un montante de 700.000 euros y un plazo máximo de ejecución de 24 meses, en él se realizará una voloración técnica, económica y medioambiental de los diferentes trazados posibles y, aunque salió a licitación en enero, todavía no se ha hecho público el nombre de la empresa que lo llevará a cabo.

Protocolo de colaboración

Por su parte, el Ayuntamiento de Tudela está a punto de adjudicar otro estudio con el mismo objeto por valor de 130.000 euros y un plazo de ejecución de seis meses. En esta ocasión, han sido cinco las empresas que se han presentado al concurso. “Queremos que se valoren con criterio las distintas alternativas para tener unas bases lo más rigurosas y aproximadas a la realidad para cuando hablemos con Fomento y el Gobierno de Navarra sobre las mejores opciones de trazado”, explicó Mariví Castillo, edil de Urbanismo del Ayuntamiento tudelano. Y es que, como destacan desde el Ejecutivo foral, Fomento ha adquirido el compromiso de que la “solución que se adopte será consensuada por el ministerio, Gobierno de Navarra y Ayuntamiento de Tudela”.



A pesar de ello, el equipo de gobierno en el consistorio tudelano tiene sus preferencias a la hora de hablar del recorrido del TAV en la Ribera. Como apunta Castillo, ”la opción más válida es sacarlo fuera de la ciudad”. “Es la principal. Habría que establecer un sistema de transporte urbano para que los viajeros pudieran llegar fácilmente a la estación. Además, nos parece importante conseguir un tren que, aparte de viajeros, transporte mercancías ya que es importante para el desarrollo logístico de la Ribera”, destacó la edil. Y, de dos posibles alternativas factibles para llevar el tren fuera de la ciudad, desde UPN se decantan por la realización de una variante que atravesaría la Ciudad Agroalimentaria. “La otra es demasiado externa y, de hecho, ya hay una reserva de espacio en esta zona, ya que entendemos que tiene que pasar por allí”, explicó Castillo.



Sin embargo, el estudio que se llevará a cabo contemplará todas las opciones posibles, como es la de soterrar el trazado actual y mantener la estación en el centro de la ciudad. “No descartamos el soterramiento, porque en el caso de que el estudio concluyera que es la mejor de las posibilidades, habría que hacerlo”, señaló, al tiempo que se mostró cautelosa con esta opción debido al posible “alto coste económico” que pudiera suponer una intervención de este tipo en la ciudad.

A pesar de todos los estudios y todas las declaraciones de intenciones, no fue hasta el pasado 16 de mayo cuando comenzó a “arrancar” de forma definitiva la alta velocidad en Navarra. Y lo hizo con la firma de un protocolo general de colaboración entre el ministerio de Fomento y el Gobierno de Navarra. En él se establecía que si bien Navarra debía encargarse de las obras de la plataforma entre Castejón de Ebro y Pamplona, el Estado lo haría de los 78 kilómetros del tramo que conecta Zaragoza con Castejón.

Girona y Logroño, ejemplos de soterramiento

Así, mientras en la Ribera queda esperar a conocerse los resultados de ambos estudios, como consecuencia del citado acuerdo de colaboración con el estado, el pasado jueves día 4 de junio el Ejecutivo Foral autorizó la licitación de los proyectos de redacción del tramo Castejón-Pamplona del corredor ferroviario por 5.570.000 euros. Para ello, Navarra anticipará el coste de las obras y el estado le devolverá el dinero mediante una compensación en la aportación de la Comunidad foral al estado, que se cargará en los presupuestos del ministerio de Fomento.