Tudela

Las fiestas y el sexo

1184257619.jpg

Los excesos no suelen ser buenos en casi ningún aspecto de la vida. Una máxima que, por supuesto, también puede aplicarse en fiestas, ya que a lo largo de la semana de Santa Ana, los tudelanos y también los visitantes, tienden, en gran parte, a excederse en el consimo de ciertas sustancias, entre ellas el alcohol, cuyos efectos secundarios pueden llegar a ser mucho más perjudiciales que una simple resaca.

Menores de treinta

Y es que, tras tomar unas cuantas copas, el cuerpo y, sobre todo la cabeza, ya no se pueden controlar con facilidad, dando pie a muchas situaciones que pueden convertirse en auténticos problemas. En este sentido, el aspecto sexual, es uno de los que más hay que vigilar durante estos días en los que, “parece que todo vale”, y por los que más de uno ha tenido que lamentarse después. “En fiestas, al igual que el resto del año, hay que tratar de practicar el sexo, tomando siempre las debidas precauciones. Hay que llevar los preservativos preparados y, sobre todo, la gente debería controlar todo lo que pueda, porque es posible divertirse sin necesidad de no saber lo que estás haciendo”. Este es uno de los consejos que, las educadoras del Centro de Atención a la Mujer, de Tudela, Mª Pilar Aibar y Mª Luz Marchite, suelen dar a las personas que se acercan hasta allí.



Aunque durante la semana de fiestas de Santa Ana este centro permanece cerrado, amba trabajadoras recomiendan que, “si alguien tiene algún problema, puede acercarse hasta los servicios de urgencias, como el hospital Reina Sofía o el ambulatorio de Santa Ana, por la parte de Urgencias, donde se les ayudará”. Durante el resto del año, en cambio, las puertas de este centro sí están abiertas para realizar todo tipo de consultas y dudas relacionadas con el sexo. Sin embargo, tal como reconocen Marchite y Aibar, “durante la época de verano sí que se nota un mayor incremento en el número de visitas y, sobre todo, los meses de septiembre y octubre. Lo cierto es que, en cuanto comienzan las fiestas patronales de la zona o cuando la gente sale de vacaciones, se nota que aumenta el número de visitas que se acercan al centro para determinadas urgencias”. Unas consultas que, principalmente, las realizan las mujeres, ya que el cambio de denominación de este servicio, de COFES (Centro de Orientación Familiar y Educación Sexual) a Centro de Atención a la Mujer, ha hecho que muchos hombres crean que a ellos no se les va a atender. Y nada más lejos de la realidad porque, “aquí se atiende a todos los que vengan, aunque sí es verdad que desde que se cambió la denominación viene mucha menos población masculina que antes, parece que se echan para atrás cuando ven el nombre del centro y no debería ser así”, apuntan las educadoras.

El día después

A lo largo de todo el año las visitas que se realizan en este servicio corresponden a un sector de la población muy delimitado. En su mayor parte, se trata de mujeres en edad fértil que desean tomar algún método anticonceptivo, o bien que ya están empleando uno y quieren llevar un control del mismo. Por otro lado, también se acercan hasta el centro otro tipo de mujeres que vienen citadas por su médico de cabecera y que no siempre están en edad fértil. Asimismo, en lo que respecta a los rangos de edad de las pacientes, en los últimos meses “sí se ha notado un incremento del número de visitas de mujeres entre los 22 y los 30 años, un sector que ya no entra dentro del programa joven, delimitado ente los 15 y los 22 años”, afirman las educadoras del centro. “Muchas de ellas, además, son personas que vienen por primera vez a la educadora”, puntualizan.



Otro dato a tener en cuenta es que, cada vez, se reduce más la edad de inicio en las relaciones sexuales. “La media podría estar ahora en torno a los 15 años, aunque hay casos en los que incluso menos. Y estos jóvenes no están preparados. Nos da la sensación, cuando hablamos con ellos, de que están muy confundidos y que, muchas veces, tiene relaciones porque, según dicen, hay que tenerlas”, afirman Mª Pilar Aibar y Mª Luz Marchite. Este inicio tan temprano en la sexualidad, unido a la carencia de conocimientos y, en fiestas, además, al exceso de consumo de determinadas sustancias, da lugar a muchos problemas que podrían ser fácimente evitados, con una mayor información y, sobre todo, tomando más precauciones y comportándose de forma más responsable. “Hoy en día, además, hay mucha más información que antes, pero también es cierto que existe una estimulación tremenda para fomentar el consumo de todo tipo incluido, por supuesto, el del sexo. Y la información no siempre les llega a los jóvenes por los canales más adecuados, como son la familia y la escuela. Muchos chicos y chicas deberían saber que iniciándose en el sexo tan temprano no se disfruta de otras etapas que también son muy bonitas y que les van a ayudar a que, el día de mañana, estén más preparados y su sexualidad sea mucho más placentera”, confirman las educadoras del Centro de Atención a la Mujer.

Sin embargo, a pesar de los consejos que se da a los jóvenes desde este servicio y de toda la información que circula acerca del sexo por distintos canales, las personas que visitan el centro siguen coincidiendo en la consulta del mismo tipo de problemas. Y es que, aunque el preservativo es un método anticonceptivo muy empleado, en la actualidad, en muchos casos no se sabe utilizar bien. “No sólo no se coloca bien, sino que la gente debería aprender a utilizarlo desde el principio de la relación. Esto es algo muy importante que las personas parecen no entender”, subrayan Aibar y Marchite.