La decisión del Consistorio cirbonero de que por primera vez desde 1968 no haya feria taurina con festejos mayores en las próximas fiestas patronales de la localidad ha provocado una fuerte división de opiniones entre los vecinos de Cintruénigo. Mientras unos afirman que los toros son una parte indispensable de las fiestas, a las que aportan ambiente y colorido, otros afirman que si no acude nadie a estos festejos, lo mejor es que no se celebren. Por su parte, desde el Ayuntamiento basan su decisión en los costes (60.000 euros por dos corridas de toros) y la escasa afluencia de aficionados (1.000 espectadores), a la vez que afirman que la Comisión Municipal de Festejos tratará de programar algún espectáculo para alguna tarde de fiestas.
