La lluvia hizo acto de presencia, al igual que el año anterior, durante la festividad del Día del Cristo el pasado jueves 3 de mayo. Sin embargo, los cientos de tudelanos que se dieron cita en las inmediaciones de la ermita no permitieron que el tiempo les fastidiara la fiesta y aguantaron el chaparrón que cayó hacia las 17.45h.
Los árboles sirvieron de paraguas para los allí presentes, que esperaron pacientemente a que cesara la lluvia para seguir degustando las culecas y disfrutar, del espectáculo de títeres que hizo las delicias, tanto de los más pequeños, como de sus padres y abuelos.
La Orden del Volatín fue la encargada de repartir cerca de 600 culecas y balones, que los niños recogían con vales distribuidos días antes por los colegios de la capital ribera.
Además, como también es tradición y aunque el barro hizo más dificil la escalada, los más valientes se animaron a subir por los montes cercanos.
