Tudela

Las chapas y la empanada reunieron a los fiteranos

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La orilla del río Alhama volvió a convertirse en el lugar de peregrinación de los fiteranos y visitantes que quisieron tomar parte en la fiesta del Barranco.

Una cita anual que gira en torno a la empanada -compuesta por huevo duro, trozos de chorizo, conejo y ajos tiernos y realizada con una masa de pan con aceite- y las chapas. Así, tras la merienda y con el acompañamiento de la Banda de Música de la localidad, comenzaron las apuestas. Colocados en círculo, los participantes realizan sus apuestas. Éstas se hacen a caras o a lises (cruces) y son supervisadas por el acotero, que se encarga del orden y pago de las mismas. Este juego no sólo se disputa durante la fiesta, ya que en la semana previa a su celebración son muchos los que se reúnen cada noche en varios locales de Fitero. Sin embargo, a pesar de su popularidad, este año no han escapado a la crisis, reduciéndose hasta casi la mitad el número de apostantes y el valor de las apuestas.

La fiesta del Barranco también sirvió para presentar el nuevo almacén municipal con una jornada de puertas abiertas. Ubicado en el antiguo matadero y realizado con fondos del Plan España, fue visitado por numerosos vecinos.