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Tras quince años dedicada al mundo del interiorismo y la decoración, Alicia Artanga montó hace tres, la tienda que lleva su nombre y de la que es propietaria en Tarazona. “Hacemos proyectos integrales. Nos encargamos de la luz, los muebles, las sábanas... de todo, de cualquier detallito”, afirma la decoradora. “Siempre que hay una buena idea se puede hacer una decoración bonita aunque el presupuesto sea justito. Lo primero en mi trabajo es conocer al cliente, escucharle y darle lo que me pide, siempre bajo la supervisión de un profesional. Visitamos la casa, vemos dónde está la luz, dónde encajarían mejor las piezas... elaboramos un proyecto donde se marca la distribución del mobiliario y donde se elige una gama de colores combinados con telas y texturas. La luz es un factor fundamental, así como el tamaño de la casa y la situación familiar porque no es lo mismo una persona soltera que una familia de cuatro miembros, las necesidades son diferentes. A partir de ahí, coordinamos la idea del cliente con la que ofrece la decoradora”.
“Lo bueno que tenemos ahora es que se lleva todo, lo clásico, lo moderno... se trabaja la mezcla. Por lo que se ve en las ferias, parece que vuelve la calidad de las maderas. Vuelven los colores cálidos, como los fresa o los morados, combinados con fondos blancos o más neutros. La línea recta y la combinación de materiales como aluminio cromado y madera que da un toque muy elegante y la línea curva finamente marcada. En los sofás vuelve la piel, pero trabajada de otra forma: labrada, con texturas de cocodrilo, la piel natural y la artificial. Los terciopelos siguen vigentes en todos los colores, y algo que a mí me gusta mucho, las franelas. Las cortinas son muy transparentes, que dejen pasar toda la luz y se fundan con los tonos de las paredes, a juego con la tapicería de los sofás. En los dormitorios se imponen el mueble y la decoración moderna. Ahora trabajamos mucho la instalación: oficinas, recepción de empresas, hoteles rurales... procuramos innovar, hacer cosas que llamen la atención. La tendencia es la misma que en el hogar pero más exagerada”.
