Alfaro

La siega a mano regresó y concitó el interés de niños y adolescentes

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Los vecinos y nacidos en Orés siguen fieles a sus tradiciones. La siega a mano, con la hoz y la zoqueta, concitó una vez más el interés de niños y adolescentes, en su mayor parte nietos de los mayores del pueblo, en agosto. La asociación La Charata es la impulsora de que “no se pierdan estas tradiciones que han sido vínculo de unión entre los vecinos”, dice Tomás Cortés. Los agricultores dejaron unos metros de espigas sin cosechar para que los más ancianos segaran mano como antaño, antes de la mecanización del campo, bajo la atenta mirada de niños y adolescentes que, después de observar a los mayores, se atrevieron con la hoz y la zoqueta, dos de los instrumentos de trabajo que cuelgan de las patios de las casas de Orés recordando como mudos testigos las faenas del campo antes de la llegada de la mecanización.