Este fin de semana y, dependiendo de los cotos y la comunidad autónoma de que se trate, el primero de noviembre, comienza la temporada de caza.
Los aficionados esperan ansiadamente la cita con el campo en un año especialmente seco en el que la climatología no ha acompañado en absoluto a la reproducción de especies como la reina de la caza menor, la perdiz, o esquiva liebre.
En la zona de Tudela, los conteos realizados por los servicios de guarderío y el Departamento de Medio Ambiente han dado una media de 0’86 pollos por pareja de perdiz, frente a los 4’88 del verano pasado, lo que augura una mal comienzo para esta afición que en Navarra, La Rioja, Soria y Aragón moviliza a miles de personas cada año.
El conejo, si bien aparece de forma desigual dependiendo de los terrenos y los cotos, ha proliferado bastante en los últimos años, de forma que a buen seguro salvará las espectativas que muchos cazadores.
