Los alfareños alzan la mirada y comprueban que la segunda fase de la restauración integral de la Colegiata de San Miguel ha comenzado. Después de finalizar la primera, que con una inversión de 900.000 euros consistió y buscó la eliminación de las humedades que afectaban a la estructura del templo desde el subsuelo a través de sistemas de drenaje, los operarios de la empresa Geocisa trabajan en esta segunda fase, que consiste en la reparación, saneamiento y refuerzo de los 3.000 metros cuadrados de las cubiertas del emblemático templo alfareño.
Estos trabajos se han retomado en agosto después de que meses atrás tuvieran que detenerse para cumplir con la normativa medioambiental europea que prohíbe causar molestias a especies protegidas en período reproductivo. De este modo, las instituciones detuvieron los trabajos para preservar la comodidad, en este plazo, de las 119 parejas de cigüeñas.
Sustitución de nidos
Esta segunda fase cuenta con un presupuesto de 637.644,62 euros financiados por el Ministerio de Vivienda y se ha retomado por el saneamiento y refuerzo de las estructuras en madera bajo cubierta a través de vigas y prótesis. Junto a estos trabajo menos visible para los vecinos, la fase más llamativa será cuando los operarios levanten todo el tejado de San Miguel para sustituir su tablero y comprobar el estado de las vigas.
Otra novedad de estos trabajos será la sustitución de los nidos naturales de las cigüeñas por otros artificiales, que se colocarán en puntos que no afecten a la carga del edificio, preservándolo así del gran peso.
Esta segunda fase dejará una Colegiata fortalecida y preparada para la tercera restauración y acondicionamiento del interior, que ya cuenta con un proyecto básico a la espera de que las administraciones definan presupuestos.
