Histórico. Sólo así podría definirse el triunfo de España en el Mundial 2010. A falta de tres minutos para el final de la prórroga, Andrés Iniesta marcó el gol de la victoria reafirmando así lo que ya había vaticinado el famoso cefalópodo Paul. España estaba a punto de proclamarse campeona del mundo con un equipo que venía de ganar la Eurocopa dos años atrás. Un momento histórico, sin duda. Y la Ribera entera se echó a la calle para celebrarlo.
Donde más se dejó notar esta euforia colectiva fue en la capital ribera. Al son de “Oa, oa, oa, Iniesta a la Moncloa” y tras pedir la santificación del portero Casillas, los tudelanos salieron a celebrar el éxito español. La céntrica avenida Zaragoza se convirtió en el punto de encuentro de todos los aficionados durante casi una hora. El claxon de los coches y el estruendo provocado por vuvuzelas, bombos y petardos se hicieron con la localidad. Por una noche, la fuente del paseo de Invierno adquirió apariencia de piscina municipal y los más atrevidos no dudaron en sofocar allí el calor producido por el triunfo de La Roja. Después, la fiesta continuó. Los bares de El Tubo y San Jaime acogieron a todos los celebrantes y se pudo observar el preludio de lo que será la localidad dentro de diez días, con el exploto del chupinazo el día 24.
Tras la llegada de la primera copa mundial a España el pasado lunes, Tudela ya siente el triunfo como propio y espera que ésta no sea la última celebración de la victoria en un Mundial de fútbol.
