El nivel formativo de la Ribera es insuficiente, pese a la buena posición que ha obtenido en el último informe de PISA. Los idiomas, la informática y las nuevas tecnologías es donde se perciben las principales carencias. A ello se une una actitud poco emprendedora por parte del alumnado que, en su mayoría, se conforma con ser funcionario, y la salida fuera fuera de la Comunidad Foral de los estudiantes más brillantes que, lejos de labrar en la Ribera su futuro profesional, optan por buscar su primer empleo en otras zonas de España. Lo que se denomina “fuga de cerebros” y que ha quedado constatado en el VI Estudio de Indicadores AER, que ha dirigido el catedrático Gonzalo Sanz-Magallón en la línea de los anteriores. El trabajo ha sido realizado a instancias de la Asociación de Empresarios de la Ribera (AER) y en colaboración con Caja Navarra e Iberdrola y fue presentado hace unos días ante cerca de 70 personas.
Bajo el título la “Formación y retención del capital humano en la Ribera”, este nuevo Estudio de Indicadores AER se ha centrado en el análisis de los datos económicos más recientes y de la inserción laboral de los jóvenes en esta zona de Navarra, poniéndose de manifiesto que un 80% de los antiguos alumnos que obtuvieron Matrícula de Honor en varios centros riberos, entre 1991 y 1998, se encuentran trabajando en la actualidad fuera de la Ribera. Una tendencia reciente, que se ha agudizado en los últimos años y que va acompañada,en la mayor parte de los casos, según aseguró Sanz-Magallón, por un deseo de regreso.
El estudio se llevó a cabo a partir de un centenar de encuestas llevadas a cabo a antiguos alumnos de Matrícula de Honor de la Ribera y a otros tantos estudiantes elegidos de modo aleatorio y, de entre los primeros, sólo un 23% se ha quedado a trabajar en la zona. Pamplona es la principal zona de destino de los “talentos riberos”, al acoger al 35,9% del total, mientras que el resto de España (a excepción de Zaragoza) absorbe otro 28,1%. E igualmente sorprendente resulta el dato de que el 100% de los alumnos que en 2001 buscaron su primer empleo en la zona se ha reducido al 0% pese a que, en opinión de los encuestados, la evolución de la Ribera en los últimos años ha sido positiva. Sobre todo en algunos aspectos, como la posibilidad de disfrutar de la familia, la gastronomía, los centros universitarios o las instalaciones deportivas. No lo ha sido tan buena respecto al precio de la vivienda.
Otros datos
A partir de estos datos, el Estudio propone una serie de medidas encaminadas a paliar una situación para la que “a corto plazo no existe solución”, según Gonzalo Sanz-Magallón. Podrían funcionar algunas medidas orientadas a fomentar el retorno de los que se han ido con políticas sociales, como el fomento de sus lazos y contactos a través de webs que incluyan ofertas de empleo, o la creación de centros de investigación y servicios avanzados. “Hay que evitar la perpetuación de esta situación y potenciar los sectores que emplean a los trabajadores de mayor cualificación”, dijo Sanz-Magallón.
