Zaragoza

La Mitad de los comercios minoristas del centro de Pamplona sufrieron daños en la jornada de Huelga General

La gerente de la Federación de Asociaciones de Comerciantes de Navarra, Elisabeth Azcárate, ha señalado que el 50% de los establecimientos del centro de la capital navarra sufrió algún tipo de daño tras los incidentes de violencia registrados en la jornada de huelga general. Por otra parte, el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona estudiarán la aplicación de las ayudas ordinarias al sector, con el objeto de paliar en la medida de lo posible los daños ocasionados. Así lo ha manifestado el consejero de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales, Juan Luis Sánchez de Muniáin Lacasia, al término de una reunión extraordinaria convocada para este mediodía con el Observatorio del Comercio de Navarra y el sector hostelero, con el fin de valorar los daños sufridos en el sector tras la jornada de huelga.

En dicha reunión, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, ha valorado en 108.000 euros el costo de la limpieza viaria de pintadas, retirada de pegatinas y arreglo de rotura de lunas, mobiliario urbano y pintadas en edificios de propiedad municipal.



Han asistido a esta reunión además: los representantes del Departamento Carlos Erce, director general de Turismo y Comercio; Fermín Villanueva, director de Ordenación y Fomento del Turismo y Comercio; José Luis Izco, director general de Administración Local; César López Dios, director del Servicio de Consumo y Arbitraje y Silvia Azpilicueta, directora del Área de Turismo.

Han participado, además, José María Irisarri, vicepresidente de la Federación Navarra de Municipios y Concejos; María Caballero, concejal del Ayuntamiento de Pamplona; Amaya Erro, directora de la Cámara de Comercio de Navarra; Amaya Villanueva, secretaria de comercio y hostelería en UGT; Rubén Belzunegui (secretario CCOO); Juan José Cuns, (Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución); Rafael Moreno (Asociación de Hoteles de Pamplona); Nacho Calvo, (gerente de la Asociación Navarra de Empresarios de Hostelería y Laura Casado, representante de la ANAPEH.



La reunión celebrada este mediodía en el Palacio de Navarra ha finalizado con la aprobación de un comunicado que ha contado con el respaldo de los miembros del Observatorio, salvo los representantes sindicales que, si bien han coincidido en la condena de los ataques registrado ayer, han preferido emitir una valoración particular de lo ocurrido.

El texto del comunicado es el siguiente:

“Ante los ataques al sector del comercio y de la hostelería registrados ayer en Navarra

El Observatorio del Comercio Minorista de Navarra se ha reunido en la mañana de hoy para analizar y valorar las acciones violentas registrada en Pamplona y otras localidades de Navarra en el marco de la huelga general convocada el día 29 de marzo.

El Observatorio ha invitado a representantes del sector de la hostelería y el turismo,

como la AEHN y ANAPEH.



El comercio y la hostelería estiman que en la jornada de ayer se vivieron dos comportamientos muy diferentes. De un lado, los huelguistas que reivindicaron sus derechos respetando los bienes públicos y particulares; y por otro lado, las personas que, amparándose en las acciones de piquetes, atentaron contra bienes y amenazaron y coaccionaron a empresarios y trabajadores.

De esta manera, el sector del comercio y de la hostelería reiteran la condena de los graves ataques que ayer sufrieron empresas y comercios de toda la Comunidad, especialmente en Pamplona, y muestran el apoyo incondicional al sector.

Este tipo de agresiones y destrozos suponen un importante lastre para la economía del sector comercial y hostelero, que da empleo directo a más de 60.000 personas en Navarra, y que actualmente está pasando por una delicada situación, debido a la crisis económica, y que también suponen un daño irreparable a la imagen de la ciudad y de Navarra en su conjunto.

Consideramos que estos ataques son totalmente injustificables e inadmisibles. Consideramos que la violencia y la imposición que se pretendió aplicar por parte de algunos manifestantes atentan contra la libertad y el respeto a personas y empresas. Y consideramos, finalmente, que ante la actual situación de crisis económica que atraviesa la sociedad en general y el sector comercial y hostelero en particular, la sociedad navarra no puede permitirse un ataque contra uno de los principales pilares de generación de economía y empleo de la Comunidad foral.

Valoraciones de la Federación de Comerciantes y Asociación de Hosteleros

De acuerdo con datos de la Federación de Asociaciones de Comerciantes, que aglutina a 2.850 comercios de toda Navarra y agrupa a 47 asociaciones de comerciantes, “hubo un nivel de agresividad y coacción para el cierre fuera de lo admisible”.

Los mercados de Santo Domingo y Ermitagaña habían tomado con anterioridad la decisión de cerrar, si bien el mercado del Ensanche abrió con la mitad de los puestos a primera hora de la mañana, pero se tomó la decisión de cerrar a las 10.15 h. tras la visita del piquete informativo.



En el Casco Antiguo se decidió el cierre de comercios desde primera hora de la mañana por la presencia de piquetes. Pese a ello, se produjeron pintadas y colocación de pegatinas, por lo que los costos de la huelga serán fundamentalmente los de limpieza.

En el Ensanche los comerciantes intentaron abrir mayoritariamente sus comercios a primera hora de la mañana, si bien se calcula que el 90% cerró a causa de la agresividad y las coacciones de los pquetes. En los barrios, desde San Juan, Iturrama y Rochapea, se ha reportado al observatorio una relación del 70 % de comercios cerrados y 30% abiertos, cifras que atribuyen también al temor de los piquetes.

También la Asociación de Empresarios de la Hostelería de Navarra ha transmitido al consejero algunas experiencias sufridas por estos establecimientos a causa de las actitudes violentas de los piquetes en la jornada de ayer, en la que sufrieron coacción, amenazas y daños ocasionados en varios establecimientos de hostelería de Pamplona. Según han señalado, numerosos establecimientos se vieron obligados a cerrar contra su voluntad para evitar daños mayores.