Tudela

La marcha nórdica, al alza

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A Francisco Javier Cebollada Kremer el gusanillo de la marcha nórdica le subió muy rápido. Tras algunos cursos en Murchante, que contaron con el apoyo de la entonces concejal de Deportes Judith Martínez, una alumna le propuso hacer un grupo en Tudela. Hasta hoy. Más de 50 miembros componen esta ‘grupetta’ que practica todos los fines de semana una disciplina con cada vez más adeptos. Este pasado domingo tomaron parte en la Vuelta a la Mejana.

Las causas de esa progresiva afición tienen que ver con la aparente sencillez de este deporte. De todos modos, no se basa simplemente en caminar, sino que implica trabajar con bastones. “Supone ejercitarse con una mejor coordinación muscular y trabajando el tren superior llegando a alcanzar un 90% de los músculos”, explica Cebollada, que es instructor nacional de Nordic Walking, el nombre en versión inglesa de la disciplina.

La lista de beneficios, otro de los argumentos que más engancha a sus practicantes, es enorme. “Mejora la higiene postural, previene dolores cervicales, refuerza partes del cuerpo como la cintura y es muy aconsejable en la rehabilitación de enfermedades como cáncer o párkinson”, afirma Cebollada. Su práctica ayuda también a disminuir el sobrepeso (siempre que se combine con una dieta adecuada), el colesterol, y a regular la hipertensión. Y, aunque debido a estas propiedades, pudiera parecer un deporte dirigido a personas de edad más avanzada, engancha por igual a todo el mundo. “Cada vez se nos une gente más joven”, destaca Cebollada, quien destaca que, de momento, el porcentaje aproximado del grupo por sexos es de un 70% de mujeres por un 30% de hombres.

"Ejercitamos el cuerpo con una mejor coordinación muscular"

"Con unas zapatillas adecuadas, ropa transpirable y bastones, podemos empezar"

Fco. Javier Cebollada

Instructor nacional de Marcha Nórdica

La marcha nórdica gusta por su intensidad baja-media y por su carácter lúdico. “Un día de marcha se puede disfrutar más sólo por el mero hecho de pasear por la naturaleza. En la Ribera somos privilegiados por la gran cantidad de senderos y caminos de los que disponemos. Además, se puede complementar con otra actividad. Nosotros hemos visitado bodegas y realizado rutas gastronómicas”, afirma Cebollada.

El hecho de exigir al cuerpo de una manera moderada supone un menor riesgo de lesiones. “Las caderas, las rodillas y los tobillos se descargan al trabajar también el tren superior. Después de una marcha la recuperación física es más rápida”, explica el instructor tudelano.

Buen ambiente

El Grupo de Marcha Nórdica de Tudela destaca por el buen ambiente y la camaradería de sus integrantes a la hora de realizar las rutas. “Al ser una actividad suave, en la que todos vamos a un ritmo parecido, hay ocasión de compartir vivencias, charlar... el buen humor reina siempre”, señala Cebollada, quien además insiste en su condición de ‘low cost’. “Con unas zapatillas adecuadas, ropa transpirable y los bastones, ya nos podemos poner en marcha. Quizás la inversión de los bastones es la más grande, pero en Internet es posible encontrar modelos de muy diferentes rangos de precios”, señala.

Al grupo de Tudela se han unido practicantes de otros deportes que encuentran en la marcha nórdica un complemento ideal a su actividad. “Gente de la zumba, que habitualmente practica running o incluso patinaje se apunta a las marchas los fines de semana”, afirma Cebollada. No faltan en este ‘equipo’ fisioterapeutas, nutricionista y hasta médico. “Quien quiera animarse que lo haga sin ninguna duda. Se aprende en una mañana a pillarle el tranquillo a la técnica y estamos todos para echar una mano cuando haga falta. El resto, como en todo, radica en ser constante”, sentencia.

Facebook: Francisco Javier Cebollada Kremer