Tarazona

La fiesta continúa

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Prolongar la fiesta y que el día más importante de tu vida parezca que no tiene fin, poco a poco está dejando de ser un simple sueño para convertirse en toda una realidad. Y es que ahora las celebraciones van más allá y no terminan tras el banquete y los bailes con orquesta. Por este motivo, y respondiendo a la reciente necesidad de los novios de querer continuar su día acompañados por sus invitados, son muchos los establecimientos que ofrecen la posibilidad de realizar fiestas privadas en sus locales.

Pionera en este tipo de eventos en Tudela fue la sala de fiestas Pecus. “Comenzamos hace siete años y, desde entonces, nuestra mayor propaganda ha sido el boca a boca”, señala José Ángel Pérez, quien cifra en cerca de 400 las celebraciones que habrá acogido su local. Junto al alquiler, que se paga por número de invitados -“cuanta más gente, menor es la reserva”-, desde Pecus ofrecen la posibilidad de contratar un lunch, barra libre o bien tickets de bebida. “Nos acoplamos al cliente y la fiesta es en función de lo que ellos demandan. Dejamos el local a su disposición, pueden traer música si quieren e incluso poner fotos de cuando eran pequeños”, añade Pérez.

Discoteca para 500 personas

Abierto también a todo tipo de sugerencias y con la máxima de que cada boda es única, desde el pasado mes de julio -fecha de su inauguración- Boulevard Street organiza fiestas privadas, de bodas. Bien sea en celebraciones al mediodía o de noche, no sólo pone a disposición de sus clientes un local decorado con temática del cine y de la música, sino también todo un abanico de posibilidades para el disfrute de novios e invitados. La fiesta da comienzo con un cóctel de bienvenida a base de sorbetes. “Tenemos 30 diferentes y los novios eligen el que más le gusta. Dependiendo de si es dulce o a base de frutas, se sirve al principio o al final”, explica Ricardo Lapuente, encargado del local. Poco después, se sirven unos canapés en frío acompañados de vino y cerveza. “Aquí comienza el baile. Luego, cuando los novios lo autorizan, servimos unos mini fritos calientes y más avanzada la fiesta unos mini pastelitos, para acabar con unas bandejas de frutas laminadas. Algo que sólo hacemos nosotros y que, desde que lo estrenamos en septiembre, es un éxito rotundo”, comenta Lapuente, quien también señala que la música que suena en el local la escogen los novios. En cuento al precio, se paga por persona. “Varía en función del lunch y del desarrollo de la fiesta que elijan seguir. Así, ha habido parejas que no han dado comida y han preferido dar a sus invitados tickets de bebida”, afirman desde Boulevard Street.

Por otro lado, hay hoteles-restaurantes que cuentan con su propia discoteca, consiguiendo así prolongar las horas de baile. Es el caso del Maher, de Cintruénigo, que hace dos años y medio inauguró una nueva discoteca exclusiva para sus clientes con una capacidad para cerca de quinientas personas. En este lugar es donde se desarrolla el baile tras el convite. “Aquí pueden estar hasta las once de la noche si es la boda al mediodía y hasta alrededor de las seis de la madrugada si es de noche. Existe la posibilidad, si ese mismo día no se celebra otra boda por la noche, de ampliar este horario siempre que se llegue a un acuerdo con la empresa”, afirma José María Martínez.

Además del baile, si los novios contratan la barra libre, se les sirve una recena, principalmente a base de pastelería