Cintruénigo

La feria taurina no abandona la polémica

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La escasa asistencia de público a los festejos taurinos de Cintruénigo y el elevado coste que susponía para el consistorio, provocó en 2006 la suspensión de esta actividad en el programa de las fiestas de la Virgen de la Paz, que fue sustituida por un festival que destacó por un descenso todavía mayor del número de asistentes.

El reto de este año 2008

Tras un año sin feria taurina, en 2007 el Ayuntamiento cirbonero recuperó los actos con un presupuesto de 60.000 euros para una corrida de toros, una de rejones y una novillada picada. Unos actos que destacó Natalia Martínez, concejala de Cultura del consistorio, “volvieron a tener como en ediciones anteriores una participación muy escasa”. Por su parte, la Peña Taurina Sergio Sánchez precisó que “el escaso interés del público cirbonero se debe a una mala presentación de la corrida del año pasado. Tras un año de parón en la feria taurina hubiera sido un buen momento para recuperar la afición tanto de los cirboneros como de todos aquellos que se acerquen hasta su plaza”, indicó.

Este año la empresa adjudicataria de los festejos es Suerte Natural, del empresario sevillano José Jesús Cañas, a la que se le ha adjudicado un presupuesto que se reduce todavía más que en el año anterior, llegando sólo a los 30.000 euros. Una partida que se va a repartir entre la corrida mixta del día 7, que contará con la presencia del rejoneador navarro Roberto Armendáriz, además de los matadores Francisco Marco y el arnedano Diego Urdiales, con reses de la ganadería de Astolfi de Sevilla. El programa de la feria taurina continuará el lunes día 8 con el concurso de recortes, con toros en puntas, en el que participarán los especialistas más destacados del momento.

El Presidente de la Peña Taurina, Santiago Chivite, declaró que otro de los factores que provocan cada año una afluencia más escasa por parte del público cirbonero se debe a que los diestros importantes vienen a las plazas de tercera mostrando un interés menor por la faena que en los trabajos que realizan en lugares como Pamplona, Madrid o Sevilla.“Los toreros modestos me gustan más en las plazas de los pueblos, porque vienen y dan todo lo que tienen, las figuras a veces, vienen a pasar la tarde”, señaló.