La CUP de Tudela, en palabras de su concejal en el ayuntamiento de la capital ribera Gustavo Gil, lamenta que el equipo de gobierno formado por Izquierda-Ezkerra, PSN-PSOE y Tudela Puede “no haya aglutinado a las formaciones de izquierda que obtuvieron representación municipal” a la hora de sacar adelante el Presupuesto de 2016. Éste se aprobó en el último pleno del año 2015 con los votos a favor de las tres formaciones mencionadas, los votos en contra de UPN y PPN y la abstención de la propia CUP.
La agrupación electoral, que apoyó con voto favorable la investidura de Eneko Larrarte como alcalde al inicio de la actual legislatura, justifica su abstención en la votación de los presupuestos por considerarlos “continuistas” y “poco valientes a la hora de dar un giro de calado en la gestión municipal”. “Somos conscientes de que el proyecto presupuestario está hipotecado por la obra del cubrimiento del Queiles y queremos constatar que se ha hecho un cierto giro hacia lo social”, explicó Gil. No obstante, el edil de la CUP se mostró crítico con la manera que ha tenido el equipo de gobierno de “compartir el anteproyecto”. “Hemos echado en falta diversa documentación, como bases de ejecución, memorias e informes financieros”, dijo.
Gil aseguró que “cree de buena fe” que esa “falta de transparencia” se ha debido “a la inexperiencia”. “Pero es cierto que nos hemos sentido un poco perdidos y nos han faltado explicaciones y razonamientos sobre determinadas partidas”, añadió, señalando además que esperaban que I-E, PSN y Tudela Puede “intentasen aprobar el presupuesto con el mayor apoyo posible, contando con nosotros, en lugar de con el suficiente”.
Plantilla orgánica
El otro punto de discordancia, que ya mostró Gil en el pleno de diciembre, tiene que ver con algunas decisiones con respecto la plantilla orgánica del Ayuntamiento. “La decisión de nombrar de libre designación los 9 puestos de gestión que, unidos a otros ya existentes, suman 14 puestos elegidos a dedo nos obligó a posicionarnos en contra”, afirman desde la CUP. “Nos comprometimos a luchar contra los puestos de libre designación y, en este caso, el giro que esperábamos no sólo no llega sino que va hacia atrás”, señalan desde la formación.
