La crecida del río Ebro, durante el pasado fin de semana, apenas ha dejado consecuencias graves en la Ribera, después de que el caudal del río casi llegara a triplicarse en tan sólo 24 horas. Según datos de la CHE, el nivel comenzó a ascender hacia las 15 horas del domingo día 12, a su paso por Castejón, alcanzándose la punta de la avenida hacia las 15,30 horas en que se había pasado de 800 a 2.160 metros cúbicos por segundo, 1000 metros cúbicos menos que en las inundaciones de 2003.
La riada, que comenzó a remitir en la medianoche del mismo domingo, anegó buena parte de los sotos del río a su paso por Tudela y Castejón, algunas bajeras de la capital ribera y la parte más baja del Paseo del Prado. De igual forma se vieron afectados por el agua algunos campos de municipios como Buñuel y Ribaforada.
Los datos ofrecidos por la Confederación confirman que la situación tiende a normalizarse y hoy lunes por la tarde el caudal del Ebro a su paso por Castejón era ya de 1676 metros cúbicos. En Tudela, el nivel había descendido de los 3,81 metros registrados en la noche del domingo a los 3,36.