Los trabajos han vuelto al interior de la Colegiata de San Miguel. En el marco del programa de restauración de cara a la exposición La Rioja Tierra Abierta, los expertos ya trabajan en acondicionar las pinturas de la cabecera, el interior del retablo o de la torre del reloj.
Como en cada una de las cinco ediciones de esta exposición, el objetivo del Gobierno de La Rioja y de Fundación Caja Rioja es dedicar la mitad del presupuesto –3 millones de euros- a la restauración de elementos de patrimonio que queden para beneficio de la localidad. Así, los andamios ya vuelven a cubrir la capilla central del Rosario para recuperar sus pinturas. Por igual, los trabajos buscan mejorar los bancos de los retablos y el estado de sus laterales, el de San José y el de San Ildefonso. “Son quizá las piezas más valiosas de la Colegiata junto a la imagen de San Miguel y el coro”, valoró la consejera de Turismo, Medio Ambiente y Política Territorial, Aránzazu Vallejo, en la visita celebrada la pasada semana.
De la capilla de san Ildefonso, el Taller de José Luis Birigay ya trabaja para recuperar la riqueza de sus dos grandes lienzos, de 48 y 80 metros cuadrados. “Vamos a poder ver el antes y el después, la oportunidad de comprobar el esplendor de sus colores y de las formas más definidas”, aplaudió Vallejo.
Otros trabajos de recuperación permitirán visitar durante la exposición el órgano, el coro y la torre del reloj. “Los visitantes podrán acercarse a conocer la galería, las campanas, el reloj y de cerca a las cigüeñas”, explicó la consejera.
Y ante el problema de las humedades, que no termina de corregirse en su totalidad, están implantando sistemas para contrarrestarlas y proteger los lienzos y las pinturas murales. Un ejemplo son cámaras para evitar filtraciones o ventanas que se podrán abrir para dar ventilación.
