La Comisión Europea (CE) estudia la posibilidad de modificar las normas sobre el etiquetado de los alimentos que contienen carne procesada, para dar información sobre el origen de la misma. El portavoz de Consumo de la comisión, Enrico Brivio, lo anunció a finales de abril, aunque afirmó que “hay un estudio que revela que al consumidor le gustaría tener esta información, pero a la vez no quiere pagar un precio adicional, mientras que el estudio de impacto parece demostrar que con ese etiquetado, tenemos que tener un precio adicional”.
El debate ha saltado de nuevo a la actualidad después de que hace unas semanas la agencia europea de cooperación judicial (Eurojust) anunciara el desmantelamiento de una red de comercio de carne de caballo ilegal que operaba en varios países de la Unión Europea, entre ellos Francia, Bélgica, Irlanda y Holanda.
La operación se saldó con la detención de 26 personas, la incautación de 37.000 euros, 800 documentos de caballos, medicación, microchips y equipos informáticos.
