Las tradiciones tienen un peso específico en la sociedad o las personas que las tutelan y por ello el relevo generacional cobra un papel importantísimo. Lo saben en Cortes, donde el Paloteado significa mucho para sus gentes. Con la iniciativa del Grupo de Danzas Yona, ahora esa relevancia ha pasado también a los más pequeños, con la creación del paloteado chiqui. Una cantera de pequeños danzaris que ya se está empapando de las particularidades de esta representación para poder preservarla en un futuro.
"Los componentes del Grupo de Danzas Yona chiqui interpretaron los bailes y las escenas típicas de la escenificación ante más de 200 espectadores"
En el festival que normalmente sirve como colofón al curso dirigido por Ainhoa Loscos, cerca de 60 niños de entre 6 y 12 años se convirtieron en los protagonistas de la teatral escenificación del Paloteado. El Diablo, el Rabadán, el Ángel y el Mayoral, en su versión menuda, no faltaron a la cita. Además, los pequeños demostraron soltura a la hora de recitar sus frases o de poner en escena los momentos claves de la representación.
El espectáculo se desarrolló ante una gran expectación popular y con más de 200 personas en el entorno del Parque Municipal, en el magnífico enclave del Castillo de Cortes.
Más bailes
Además del paloteado, los dantzaris chiquis interpretaron un pasacalles a la entrada del parque y bailaron con destreza otras piezas típicas de la representación, como el trenzado en cuatro y en dos grupos, el caracol o la jota. Con su habilidad y su diversión sobre el escenario, estos jóvenes cortesinos pusieron de manifiesto que queda Paloteado para muchos años y que la ‘cantera’ viene pisando fuerte. Este Paloteado chiqui , además, bailará a partir de ahora en el Día del Abuelo de las Fiestas en honor a San Miguel. La iniciativa también ha contado con e apoyo del Ayuntamiento de Cortes.
