Tudela

La barraca, en pie desde 1978

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Solidaridad

Un año más, Batzarre volverá a instalar su barraca en el Prado, junto a las ferias. Fue en 1978 cuando la formación política puso por primera vez esta barraca, y desde entonces son muchos los voluntarios que año tras año trabajan para sacarla adelante. Y es que, el voluntariado es precisamente una de las principales ayudas con las que cuenta esta iniciativa y una cualidad a la que Batzarre otorga mucha importancia. “De alguna forma da continuidad a eso, a lo que damos tanto valor en el trabajo político y social, que es el altruismo”, afirma Milagros Rubio, portavoz de Batzarre, quien destaca la labor de los jóvenes que aun viviendo las fiestas de manera intensa, colaboran con su trabajo.

En ocasiones, Batzarre elige un lema para su barraca, pero con eslogan o sin él, lo que siempre intenta la formación es que la solidaridad esté presente durante los días de fiesta, un mensaje vigente también para el resto del año. Milagros Rubio indica que en fiestas se puede ser muy insolidario, por ejemplo, con el rol asignado a las mujeres, que viven pendientes de que la ropa blanca esté limpia y de que no falte de nada en la nevera. “Lo que intentamos es trasmitir un mensaje no sólo de solidaridad, iríamos más allá, diríamos que de justicia, y en este sentido, las fiestas tienen que ser para todos y también para todas”, señala la portavoz de Batzarre.

Además del voluntariado que trabaja en la caseta, contribuye a su continuidad el público que la visita. En Batzarre están satisfechos con la afluencia de gente que va a la barraca ya sea para tomar algo o para solidarizarse, sobre todo teniendo en cuenta que la ubicación en las ferias no es la más propicia puesto que la vida en esta zona se desarrolla de día y es el movimiento de noche el que puede salir más rentable económicamente.

En alguna ocasión Batzarre ha optado por alquilar un bar en lugar de poner la barraca. Según afirma Milagros Rubio, en un bar se puede ganar más dinero ya que están todos juntos y se crea movimiento y ambiente al ir de uno a otro. El inconveniente es el elevado coste de los alquileres, que al final hace que esta elección no sea tan rentable como puede parecer. Para instalar la barraca se paga una cantidad al Ayuntamiento, lo que no quita para que esta formación muestre su agradecimiento al Consistorio ya que según explica Milagros Rubio “siempre pone sus medios a nuestra disposición, ningún Ayuntamiento nos ha puesto pegas históricamente en Tudela”.

Los precios de la bebida y la comida en la barraca son más baratos que en los bares y uno de los motivos es precisamente que los bares tienen más gastos, sobre todo los que pagan alquiler. Además, Milagros Rubio señala que “consideramos que dentro de que queremos sacarle a la barraca una rentabilidad económica para Batzarre, tampoco queremos abusar porque no vivimos de eso”.

Por otro lado, la caseta tiene otras posibilidades. Por ejemplo, ofrece la oportunidad de tener un trato más directo con la gente, dejando un poco de lado la relación estrictamente política. Milagros Rubio afirma que “la barraca nos gusta más en el sentido popular de integración en la fiesta de calle”.