Allá por 2011, la empresa Torosanda aterrizó en Tudela como concesionaria de la 'Chata de Griseras'. A la cabeza, Manuel Ángel Millares, hombre taurino desde chico, quien ha ido moldeando el plano de los festejos en la capital ribera para intentar recuperar un espectáculo que languidecía. En su opinión, "las cosas han mejorado mucho en cuanto a asistencia en la plaza".
Para este año, se han mantenido los cinco festejos taurinos con sus cinco encierros matutinos correspondientes. El principal cambio ha consistido en pasar de corridas de tipo 'torista', es decir, con prioridad para la enjundia de las ganaderías, a festejos en los que destacará el prestigio y caché de los novilleros, toreros y rejoneadores. Además, Torosanda ha apostado por una nueva rebaja general en los abonos y entradas. "Para que la excusa de no venir a los toros sea la falta de afición y no el precio", recalca Millares.
Desde la empresa, ¿han notado un cambio en la ciudad de cara a los festejos?
Ha mejorado mucho la respuesta de la gente pese a la crisis, sobre todo la asistencia a la plaza, que se incrementa año a año alrededor de un 10%. En otras plazas el porcentaje es el mismo pero negativo.
Ya en su primer año como gestor de la 'Chata' apostó por atraer a los jóvenes.
Y en ese sentido también se ha mejorado. Y no sólo miramos por los jóvenes, también por los desempleados. Por eso, este año vamos incidir en ese aspecto para notar una mejora incluso mayor. La entrada más barata costará 10 euros, y será para menores de 25 años. Nadie puede decir que los toros serán caros.
¿Cuál es la principal causa del desapego que encontraron a su llegada?
Primero, el tema de los precios. Eso es evidente. Y, por otro lado, está la coincidencia de festejos. Existen muchos actos organizados por las peñas que han coincidido en el tiempo con los toros. En ese sentido, la política conjunta que hemos llevado con el Ayuntamiento para evitar esos solapamientos ha sido importantísima. Los toreros venían a Tudela como parte de un recorrido. Ahora se ha demostrado que llegan, se implican y luchan y eso ayuda a que la gente se enganche. Aunque los más puristas siempre vean pegas, la gente sale contenta y eso es lo importante.
Y los toreros, ¿cómo ven el tema de la 'cultura de Sol'?
Bueno, eso es algo natural. A mí, muchos aficionados me decían que debía prohibir ciertas cosas. Yo no puedo prohibir nada. Lo que hay que hacer es conciliar y educar. Ha habido gestos simbólicos, charangas que han tomado el papel de la Banda de Música porque ésta tenía que asistir a otro acto. Y ha tocado hasta el final del festejo. Eso es fantástico. Si las cosas se orientan, la gente responde. En Tudela ha habido un problema de comunicación entre la empresa y la gente hasta hace bien poco. Nosotros nos hemos implicado en temas como los coloquios. A la gente le gusta que participes.
¿Están abiertos a prolongar su contrato en Tudela?
Nos quedan tres prórrogas de un año y no nos importaría continuar. El Ayuntamiento está muy colaborador con nuestro esfuerzo. Les ha volcado el hecho de que apostemos por cinco encierros, por ejemplo. Y estamos en una línea de entendimiento muy buena.
