Si los salmantinos presumen de tener entre sus vecinos al director Rodrigo Cortés, poco tienen que envidiar los tudelanos teniendo a Julio Mazarico. A pesar que ambos estudiaron carreras que poco tienen que ver con el mundo audiovisual, los dos quedaron prendados por el Séptimo Arte.
Este ingenierio industrial, que lleva varios años metido en el Cineclub Muskaria, ya cuenta con una veintena de cortometrajes de diferentes géneros, "de todos los estilos, colores, sabores y tamaños", como le gusta llamarlos a Mazarico. En esta ocasión ha participado en unos talleres que se presentaban como novedad dentro del programa de actividades de verano de la Fundación Dédalo.
Durante dos horas al día iba enseñando a los 16 niños que formaban el taller sobre cuestiones teóricas del mundo audiovisual. Después de unas primeras semanas de enseñanza, Mazarico les propuso llevar a cabo un guión que había preparado para la ocasión. A lo largo de una semana estuvieron de rodaje y el joven director tudelano se mostraba sorprendido porque "se han adaptado muy bien a los puestos técnicos y a la concentración del rodaje cuando empezábamos a grabar y todos han cogido su papel muy bien".
El pasado miércoles, 31 de agosto, presentaron ante su público la obra: "Pablo en el país de las mates".
