Tudela

Jugando a la ruleta rusa

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El presidente del Foro Nuclear –asociación que reúne a la industria del sector–, Antonio Cornadó, pidió, el pasado 2 de diciembre, en el Congreso de los Diputados que “el funcionamiento de las centrales de nuestro parque vaya más allá del periodo inicial considerado en su diseño”. Cualquier técnico que haya trabajado mínimamente con sistemas que utilicen agua y/o vapor a altas presiones y elevadas temperaturas habrá visto y experimentado como se degradan y corroen las tuberías por el efecto  de la presión y la temperatura.

Si a ello se añade el efecto de la radiactividad contenida en el agua de refrigeración de un reactor nuclear, se tiene el ‘pastel’ preparado para que cualquier inesperado evento o incidente se transforme en una inmensa catástrofe, afectando la vida de miles de personas a las que nunca se les ha respetado su derecho a decidir si aceptaban o no esta peligrosa tecnología de generación de electricidad, desarrollada como cobertura a la loca carrera armamentista nuclear.

Desde el punto de vista estrictamente técnico, alargar la vida a las nucleares es una grave irresponsabilidad y una total falta de ética profesional. Es simplemente jugar a una muy arriesgada ruleta rusa. Y en la ruleta rusa siempre acaba pasando lo que se supone que no puede pasar.