Los concejales de Izquierda-Ezkerra han confirmado que no acudirán 'en cuerpo de ciudad' -es decir, como parte de la corporación municipal y de forma oficial- a la procesión de Santa Ana del próximo 26 de julio. El alcalde Eneko Larrarte ha señalado que en el ideario de la formación en su andadura como partido del equipo de gobierno prima el avanzar en el pluralismo de creencias. "Cada uno de nosotros actuará a título individual y acudirá a la procesión si lo desea y de la manera que considere oportuna. Yo, personalmente, lo haré con la comparsa de gigantes", ha expresado. Esta manifestación llega horas antes de que UPN proponga en el pleno municipal que las procesiones de Santa Ana y del Ángel sean actos oficiales, lo que implicaría la obligación de asistir a todos los concejales y la necesidad de 'excusar' su ausencia en caso de no acudir. Izquierda-Ezkerra mantendrá su postura salga o no adelante la moción de los regionalistas.
Para Larrarte, "no tiene sentido regular algo que no se ha regulado en 36 años". "Como tudelano, me parece triste que se trate de utilizar la devoción y a la misma patrona con fines políticos. Y estoy seguro de que muchos creyentes y practicantes tampoco están de acuerdo con que se manoseen la devoción y el fervor para crear tensión y conflicto", ha dicho este viernes en rueda de prensa.
Los representantes de la formación que lidera el tripartito del equipo de gobierno han coincidido en señalar que, "desde el mayor de los respetos", su intención es "separar la representación institucional de un acto religioso" y han apelado al "carácter popular" que "también tiene la procesión de Santa Ana". "Entendemos que en determinadas cuestiones que tienen que ver con las tradiciones hay una sensibilidad y un poso especial pero consideramos que por la obligación que supone nuestro cargo debemos representar a todos los ciudadanos, también a los que practican otras creencias espirituales o religiosas o a aquellos que no lo hacen", ha manifestado Larrarte, quien ha considerado que la propuesta de UPN puede provocar un "choque frontal con la libertad religiosa", recordando que España "es un estado aconfesional, que se debe a la pluralidad en lo religioso y en lo social". "UPN ha tenido un año para articular los mecanismos para proponer lo que ahora proponen. No nos parece correcto que lo haga cuatro días antes de la procesión y dos antes de que empiecen las fiestas de Santa Ana", ha añadido.
