Repasando la climatología, INTIA destacó, en un encuentro con agricultores celebrado el día 26 en Olite, la carencia de lluvias generalizada esta campaña de cereales de invierno, pero el hecho de que le siguieran temperaturas frescas y lluvias de primavera que favorecieron el engorde del grano.
En la evolución de las superficies cultivadas destacó que ha subido la del trigo blando y han descendido las de la cebada y la avena. En cuanto a rendimiento, ha habido un gran contraste entre los buenos resultados de la cuenca de Pamplona y los bajos resultados de la Ribera. Así, Navarra ronda los 4.500 kg/ha en trigo blando, los 3.000 en cebada y los 3.200 en la avena. El guisante, por otro lado, destaca con 2.400 kg/ha.
