Los reportajes fotográficos y los vídeos se han convertido en un elemento fundamental de los preparativos de una boda. Casi todas las parejas de novios suelen reservar una parte del presupuesto nupcial para afrontar el pago de estos servicios, cuyo objetivo es inmortalizar las imágenes del enlace, el banquete y el posado de los novios en algún bonito o evocador lugar.
Si se desea elegir fotógrafo, es necesario reservar la fecha con suficiente antelación, ya que algunos de ellos, como es el caso de José Miguel Fotos, no subcontratan el servicio. “Lo hacemos todo nosotros, así que sólo podemos atender dos bodas diarias. Por ello y como se suelen concentrar casi todas en mayo, junio y septiembre, es importante que conozcamos la fecha cuanto antes”, indica Aitor Mazo.
Aunque lo más habitual es que los novios opten por comprar un álbum normal (con reportaje de un mínimo de 50 fotos), de un año a esta parte se está imponiendo la moda del llamado libro o álbum digital, “muy bien encuadernado, con un número de fotos que va de 150 a 250, de muy buena calidad, laminadas y personalizadas con efectos digitales”, etc, indica Mazo. Y es que la era digital ha revolucionado el mundo de la fotografía. “No tiene nada que ver con lo que se hacía hace cinco años -explica Aitor Mazo- y ahora puedes mezclar en un reportaje instantáneas en blanco y negro, en color, azuladas, en sepia o en el color y con los efectos que deseen los novios”.
Aparte de uno de los dos citados álbumes, al matrimonio se le ofrece la posibilidad de adquirir un CD con las fotografías, en formato digital, para poder verlas en la televisión o en un ordenador.
La fotógrafa tudelana Blanca Aldanondo tiene claro que los protagonistas de la boda “son los novios, por eso no es tan importante buscar un lugar idílico como realizar unos buenos retratos. Se pueden hacer fotografías preciosas en medio de la Avenida de Zaragoza”, indica. Por unos 600 euros, según esta profesional, “se puede hacer un reportaje de unas 50 fotos y entregar también a los novios las cerca de 300 instantáneas realizadas en todo el trabajo, en un CD, que podrán visionar e incluso imprimir”, señala. Para los que no quieren vídeo pero no les importa gastarse 100 euros más, Aldanondo ofrece la posibilidad de “realizar un DVD con una película, con música de fondo, con las imágenes del reportaje fotográfico”.
El vídeo es otra forma de inmortalizar las imágenes. Se puede contratar uno sencillo, de unos 20 minutos de duración, u otro un poco más caro (por 550 euros), de 45 minutos. “Pero si se quiere algo más personalizado, con un mayor tratamiento de las imágenes, con más planos y una música más cuidada, a pesar de que este tipo de vídeos duran 25 ó 30 minutos, cuestan unos 900 euros”, indica Héctor Pérez, de Foto Ángel, en Tarazona, que también se dedica a la fotografía.
