El navarrico
Dos matrimonios, uno maño y otro navarro, estaban jugando al parchís, cuando al navarro se le cayó el dado al suelo y al agacharse para recogerlo, vio que la maña no llevaba ropa interior.
Alterado fue a la cocina a tomar un vaso de agua, la maña fue detrás y le dijo:
–¿Y? ¿Qué te pareció?
–¡Ufff sin aire “me’quedao”! –respondió el navarro–.
–Cualquier día, por 200€ podemos hacer lo que quieras –dijo la maña–.
–¡Dime cuándo y dónde!
–Mañana a la tarde, aquí en mi casa. No te preocupes que voy a estar sola, mi marido llegará al anochecer.
A la tarde siguiente, el navarro llegó y pagó los 200€ antes del “servicio”. Llegada la noche regresa el marido del trabajo y le pregunta a la mujer:
–¿Pasó el navarrico por aquí hoy a la tarde?
–¡Sí! –respondió la mujer asustada–.
–¿Y te dejó 200€?
–Eh... sí... –contestó la mujer totalmente desencajada–.
–¡Ah! ¡Qué alivio! ¡Ese navarro cabrón pasó por el trabajo y me dijo: “préstame 200€ por favor que más tarde te los dejo en tu casa...” ¡Pensé que me había jodido!, pero ya veo que los navarros son buena gente! ¡Y cumplidores!