Gurelur ha recordado al Gobierno de Navarra la imposibilidad legal y ambiental de autorizar una nueva central eólica en Sesma, a través de la presentación de unas sugerencias, en las que se recogen los argumentos que la Administración dio en su día para paralizar la construcción de nuevas centrales eólicas en nuestra Comunidad.
El Gobierno de Navarra ha recogido en diferente normativa la imposibilidad ambiental de instalar nuevas centrales eólicas en el colmatado territorio navarro, para evitar mayores afecciones ambientales que las que ya vienen ocasionando los proyectos desarrollados hasta la fecha.
La mayor afección que está originando la implantación de esta energía es la mortandad de aves y murciélagos en peligro de extinción por colisión con los aerogeneradores y tendidos eléctricos que evacuan la electricidad producida en las centrales. Este hecho ha llevado al propio Departamento a asegurar que no hay medidas correctoras, salvo la eliminación de aerogeneradores, para reducir el riesgo en la avifauna y que no puede informarse de forma favorable la instalación de nuevos aerogeneradores en zonas con alto riesgo para especies en niveles graves de amenaza según la normativa correspondiente.
Este nuevo proyecto eólico, denominado “La Pinilla”, ha sido presentado por la empresa extremeña Viproes, que pretende instalar esta infraestructura industrial en una zona en la que están presentes varias especies incluidas en el Catálogo de Especies Amenazadas de Navarra, y existen zonas de importancia para la conservación de la avifauna esteparia en Navarra. Además, el proyecto invadiría cañadas, ocuparía terrenos de alta productividad agrícola, afectaría a los humedales de la zona y ocasionaría una importante afección paisajística. Todo ello hace que su proyecto no tenga encaje en la normativa actual, ni aquí ni en Extremadura.
El futuro de la energía eólica en Navarra, una vez cumplido el Plan Energético y una vez colmatados nuestros montes y paisajes por estas infraestructuras, está en la sustitución de los obsoletos aerogeneradores de 500 KW por otros de mayor potencia, siempre y cuando sean viables ambientalmente. Este es el futuro y no la industrialización de los escasos espacios que se han salvado de la vorágine eólica en Navarra.
