Durante cuatro días del tercer fin de semana de noviembre se celebran en Fustiñana las fiestas en honor a la Virgen de la Peña.
El viernes 13 la juventud, junto con la Asociación de Peñas, cenaba y asistía a la actuación de unos di's para calentar motores para lo que se aproximaba durante los siguientes cuatro días.
El sábado se guardó un minuto de silencio en memoria de los asesinados en el atentado de París. Tras unos momentos muy emotivos, el concejal de festejos Marcelino Morales prendía el cohete anunciador con la compañía de la charanga. Del Ayuntamiento la fiesta pasó a la casa de la familia Puig Fajardo, los depositarios de este año que entregaban chucherías a todos los niños. Por la tarde, autoridades e invitados por la corporación celebraban vísperas en la Iglesia y Manuel Puig encía la tradicional hoguera que iba a dar el calor a todos sus vecinos mientras disfrutaban de la melodía de la Banda de Música Municipal y degustaban unas nueces y vino.
Las auroras y las dianas daban la bienvenida al domingo mientras el pueblo de Fustiñana se preparaba para la misa y la procesión de la Virgen de la Peña. En ella, la Peña Osasunista fueron quienes llevaron a la virgen al compás de las jotas y los auroros. Por la noche fue el último día de la novena y el calor de la hoguera volvió a acompañar a las nueces.
Para el lunes y el martes quedaron el día de los ranchos, con más de 100 calderos y el martes se realizará el V Homenaje Peña Osasunista "Casta y Coraje" a las 18:30 en el Centro cívico. El galardonado este año será el entrenador rojillo Enrique Martín, que no solo salvó el año pasado al club del descenso, sino que este año lo mantiene en lo alto de la clasificación de 2º División, o en el "ático", como le gusta llamar a esta posición al míster de Osasuna.
