La peña La Teba es una de las veteranas de las fiestas de Tudela. El día 25 tiene lugar su acto central, la ofrenda floral a Santa Ana. “Este acto lo retomamos nosotros porque había sido suspendido -explica Carmelo Lafuente-. Fue en la época del alcalde Rafael Añón, hace treinta y cinco. Su mujer, Carmen, nos pidió que la volviésemos a organizar. Llevábamos sólo un año como peña y estábamos en la calle San José, detrás del monumento a Iribarren”.
Así que La Teba empezó a organizar la ofrenda, junto a la peña de Los Camastrones, hoy en día desaparecida. “Luego nos lo quedamos nosotros solos y seguimos organizándolo todos los años -cuenta Carmelo-. Hoy en día es un acto que se mantiene en número de participantes, aunque nos gustaría que siguiese creciendo. El funcionamiento es muy sencillo: nosotros nos encargamos de preparar tablones de madera en la Catedral para poner las flores, y de que vengan los gigantes y los danzaris, a los que se les dan centros de flores”. Los socios de La Teba tienen sus flores listas en Castel Ruiz, donde las recogen antes de ir a la Catedral. “Y el resto de gente trae las flores que quiere. Se entra por la puerta de la Plaza Vieja y se sale por la calle Portal. Los socios tenemos que estar ahí para colocar las flores, y luego para limpiar todo una vez que se secan”.
“Eso sí, andamos un poco justos con el horario -explica Carmelo Lafuente- porque desde que entró Luis Campoy el día 25 es el día de la Merindad. Por eso nos preguntó si nos parecía bien que acudiese a la ofrenda con todos los alcaldes que vienen de todos los pueblos. Nosotros estuvimos encantados, porque eso hace el acto más oficial y le da más vistosidad, pero el tiempo se nos ajusta más, después tenemos que ir rápidamente al Tudelano Popular”.
Crear ambiente
“Lo que sí hacemos desde La Teba es acudir con la charanga a todos los actos que organizan las demás peñas, el tudelano ausente, el popular, la abuela... La idea no es quitar protagonismo a la peña que organiza, sino arroparnos unos a otros, y dar ambiente, porque llegas con la charanga y mucha de las gente que llevas, se queda allí. En los actos suele verse chalecos de todas las peñas”.
Tampoco fallan en el encierro, al que acuden todos los días, y a los toros, “aunque a veces ni nos enteramos de la corrida, pero bueno, ahí estamos -asegura Carmelo-. Además, el día 24 nos toca salida nocturna. Ese día cenamos todos los socios en la peña y luego la charanga sale por Tudela entre las dos y las cuatro de la mañana por las zonas donde no hay verbena. Durante el día, las peñas nos repartimos las diferentes zonas de Tudela para ir con las charangas, para no andar todas por la Plaza Nueva y los mismos sitios. Una sube al Barrio de Lourdes, otras van por el Casco Viejo, Avenida Zaragoza, y este año queremos acudir también por la Azucarera”.
Sin café-concierto
El otro acto insignia de La Teba era tradicionalmente el café concierto, con El Jabonero como protagonista. Era una acto esperado por muchos con auténtico entusiasmo. “Pero ya hace tres años que no lo hacemos -cuenta Carmelo Lafuente-. Era demasiado complejo, había que empezar a ensayar a principios de mayo, muchos socios trabajan y tenían que acudir después de la peña y hasta las once de la noche ensayando...”
Además, el ayuntamiento se encargaba de la megafonía y del tablado, pero no había más subvención y el gasto en vestuario, por ejemplo, era importante. “La cosa empezó de forma muy familiar. Íbamos a la peña a echar un café y Luis, tal como es él, nos hacía reir. Luego pasamos del interior a la calle, luego se masificó, y los últimos años ya era demasiado trabajo”.
En fiestas, La Teba ya no lleva a cabo más actos. “Casi hacemos más fuera de estas fechas. Hacemos el certamen de Belenes, un concurso de monólogos, catas de vino y espárragos... Pero se hacen sin anunciar, de forma interna, para los socios y conocidos. Nos estamos haciendo muy mayores”
