Intercambio de recetas
La cultura, en varias de sus disciplinas, ha sido la auténtica protagonista de Fitero durante la última semana. Además de la exposición “Fitero, legado de un monasterio”, que está teniendo una gran aceptación por parte del público, se ha presentado el libro “Antiguos aperos agrícolas”, obra de dos fiteranos, y se dio por finalizado el encuentro intercultural que bajo el nombre de “Cocinas de la diversidad” ha reunido a un total de 26 mujeres fiteranas y marroquíes.
“Antiguos aperos agrícolas”
Esta original iniciativa surgió de las participantes del curso de alfabetización y castellano dirigido a las mujeres inmigrantes del municipio, concretamente de Marruecos y Argelia. Dicho curso, que comenzó en el mes de octubre, ha sido impartido por la Mancomunidad de Servicios Sociales de Cintruénigo y Fitero. “A ellas se les ocurrió que la gastronomía podía ser una buena forma de acercamiento porque se comparten muchas cosas. Lo que pretendíamos eran unas jornadas de convivencia y lo hemos conseguido”, destacaba Raquel Fernández, responsable de las Actuaciones para la Acogida e Integración de las personas Inmigrantes. De esta manera un total de 26 mujeres han compartido durante tres jornadas experiencias y costumbres con el marco de la gastronomía de fondo. “Cocinas de la diversidad” puso su punto y final el pasado 21 con un almuerzo en el que se degustaron diferentes recetas. “Hemos preparado cosas como kux kux, tachin y la sopa de cordero”, explicaba Yamna Kadri. Por su parte, Josefina fernández explicaba qué habían cocinado las fiteranas: “Tortilla de patata, la empanada de Fitero, huevos rellenos, bizcochos o randillas. Ahora estamos detrás de enseñarles nuestras labores y de que ellas nos muestren su artesanía”.
El legado de un monasterio
Es el título del libro patrocinado por el Gobierno foral junto al Ayuntamiento de Fitero y que ha sido elaborado por dos de sus vecinos: Jesús Sanz Larrea y su hijo Jesús Mª Sanz Fernández. La obra, que realiza un recorrido por la historia y la cultura agrícola de Navarra, fue presentada el pasado jueves en Pamplona. Las piezas incluidas en la misma son propiedad de los autores, todas ellas son auténticas y han sido recopiladas, restauradas y reconstruidas durante más de veinte años. El libro, además, contiene fotografías y explicaciones de utilización de cada uno de los aperos.
A poco más de un mes para la clausura de la exposición del monasterio, las reflexiones sobre la misma no pueden ser mejores. Hasta la fecha han cruzado las puertas de este edificio un total de 10.500 personas, en su mayoría de Navarra, aunque también provenientes de las comunidades limítrofes. “Esta exposición está siendo muy positiva en todos los sentidos. Tenemos mucha aceptación y a nivel local, es un impulso para la villa”, reconocía el coordinador de sala José Ángel Calvo Berdonces.
