Tudela

Fiestas de guardia

1215607750.jpg

La era de la globalización

Para que algunos se diviertan en fiestas, hay otras muchas personas que tienen que dedicar horas y horas de trabajo, velando por que todo marche bien. Los voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil son, entre otros colectivos, quienes desempeñan en Tudela este papel, controlando y tratando de dar una respuesta rápida a los posibles percances que puedan suceder, prácticamente en todos los actos del programa de Santa Ana.


Durante las semanas previas al inicio de las fiestas de la capital ribera, estos dos colectivos se encargan de preparar y coordinar los efectivos que distribuirán, posteriormente, a lo largo de las jornadas, en los distintos actos del programa. Según indica Chema Vázquez, presidente desde hace dos años de la Asamblea de Cruz Roja en Tudela, “en estas fechas tenemos que empezar a hablar de cómo vamos a organizarnos, aunque por la experiencia de otros años la linea que seguiremos será continuista. Sin embargo, tenemos que contemplar la gente con la que vamos a contar porque hay muchos voluntarios que también quieren disfrutar de las fiestas, como es normal”.


Por su parte, desde Protección Civil, también consideran que “el servicio que prestaremos en Santa Ana este año será similar al de otras ediciones ya que, más o menos, hacemos siempre lo mismo. Tenemos voluntarios 24 horas de guardia, cubriendo todos los servicios que hay en la gran mayoría de los actos del programa. Empezamos el día 24, a las nueve de la mañana, y no paramos hasta el 31 de julio, a las ocho”, explica su responsable, Jesús Peleato.

Actualmente, es muy común que los voluntarios de diferentes localidades se trasladen hasta Tudela para reforzar el personal con el que cuenta la ciudad en estos días. Y es que, tal como explica Chema Vázquez, “esto es lo que suele ocurrir en todas partes ya que la globalización ha llegado también al mundo del voluntariado. De esta forma, durante las fiestas de Santa Ana es muy normal que tengamos gente de las Asambleas de la Meridndad de Tudela, como Buñuel, Cortes, Corella o Cascante, igual que nosotros vamos también a otros municipios. Ahora, por ejemplo, muchos voluntarios de aquí van a Pamplona a los Sanfermines, y esperamos que también haya reciprocidad por su parte”. Lo mismo ocurre en Protección Civil donde cuentan, en la actualidad, con algo más de medio centenar de voluntarios que, durante las fiestas, se quedan cortos. Por ello, como asegura su responsable, “siempre viene bien que agrupaciones de otras localidades nos echen una mano. El año pasado, en concreto, vinieron a Tudela voluntarios de Barcelona y Valencia, pero aún no sabemos si podrán venir este año”. De cualquier forma, desde esta agrupación se intenta que todos sus integrantes realicen un número determinado de horas para cubrir así todos los servicios que realizan. “General-mente los voluntarios que tienen que trabajar hacen un mínimo de 20 horas, y los que no trabajan alrededor de 30. Así conseguimos que todos se comprometan porque si no, esto sería un descontrol, ya que a todos nos gusta disfrutar de las fiestas”.

Más tranquilidad

Pero, a pesar de toda esta organización previa, lo cierto es que no resulta nada sencillo contar en cada servicio con personal titulado, una circunstancia que, en el caso de Cruz Roja, se hace aún más patente ya que, según explica su presidente, “con la escasez de médicos que tenemos es muy difíci poder contar a todas horas con un facultativo”. Por esta causa, la sede de esta agrupación, ubicada en el Paseo de Pamplona, no permanecerá abierta durante toda la semana, puesto que, “plantearte abrir un puesto fijo de primeros auxilios sin una supervisión médica es muy arriesgado. Aunque eso sí, nuestra ambulancia estará en todo momento al servicio de la Agencia Navarra de Emergencias para movilizarla cuando sea necesario”, añade Vázquez.

Por otro lado, en lo que respecta al balance de los últimos años de fiestas en la capital ribera, tanto el responsble de Cruz Roja, como el de Protección Civil, coinciden al indicar que últimamente las fiestas son más tranquilas que hace algunos años. En este sentido, Jesús Peleato confirma que, “afortunadamente estamos viviendo unas fiestas bastante buenas, aunque siempre ocurre alguna cosa, como el año pasado que tuvimos que atender una cogida en el encierro y un herido en el chupinazo al que le partieron una botella en la cabeza. Pero sí que parece que la gente se comporta ahora algo mejor y donde más se nota es en el tema del alcohol. Recuerdo hace unos años que cada día teníamos que atender a muchísimas personas con intoxicaciones etílicas y ahora esto se está relajando”. Por su parte, desde Cruz Roja también aseguran que las pasadas fiestas fueron “bastante tranquilas”, ya que “tan sólo tuvimos que atender cosas sin importancia y hacer curas menores”, añade su presidente. Sin embargo, ninguno de estos colectivos puede bajar la guardia en fiestas.”Siempre tenemos que estar al cien por cien”, subraya Vázquez. Y es que, muchas veces, los días que parecen más tranquilos son los que resultan más problemáticos. Habrá que esperar a estas fiestas para saber si la tónica de tranquilidad también se repite este año